La zona arqueológica de Chichén Itzá sigue en estado de emergencia como aquella vez durante la pandemia Covid-19, pero esta vez es por el bloqueo carretero que realizan un grupo de artesanos, ejidatarios, comerciantes y guías de turistas inconformes con los funcionarios de la zona arqueológica.
El Centro INAH Yucatán dio a conocer que en el cuarto día de las manifestaciones Chichén Itzá ya no recibe a ningún visitante.
Prestadores de servicios turísticos y visitantes decidieron no insistir en llegar a esta zona arqueológica de la civilización maya, sino que los “tour-operadores” y guías mueven a los turistas hacia Ek Balam, que se encuentra a 67 kilómetros de Pisté, en Valladolid.
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El director de la zona arqueológica destacó la gravedad del problema en el atractivo turístico, por los intereses económicos y políticos que ha crecido por años.
Subrayó que aumentó porque la administración actual del sitio arqueológico no deja que los vendedores de artesanías, comerciantes, guías de turistas y ejidatarios hagan lo que quieran en esta zona arqueológica.
Los delitos que cometen están relacionados con la venta de alcohol y drogas, prostitución, trabajo infantil, tráfico de documentos apócrifos, entre otros, que antes cometían en el interior de la zona arqueológica.
Sin embargo, aseguró que hoy no pueden hacerlo por la estricta vigilancia, pero continúan con sus negocios ilícitos afuera de las instalaciones.
Con información del Diario de Yucatán.