La dieta cetogénica está entre las que más interés genera en las redes. Evidencias científicas la avalan por sus beneficios: pérdida de peso, mejoras metabólicas, control glucémico.
Es imprescindible entender por qué esta dieta no es una “dieta” más, sino un patrón nutritivo saludable para comprender el porqué de tanta atención.
Se conoce con este nombre a un patrón que reduce al máximo la cantidad de hidratos de carbono, primando las grasas y proteínas dentro de la dieta.
Este patrón nutricional busca la cetosis, un proceso fisiológico natural en el cual el cuerpo genera unas sustancias conocidas como cuerpos cetónicos a partir de las grasas y debido a un déficit de glúcidos.
Lo que debes saber
La dieta cetogénica es aquella que reduce o elimina totalmente los hidratos de carbono para obligar al cuerpo a entrar en cetosis. Esto produce una pérdida de peso al utilizar la grasa como fuente de energía.
La cetosis es un estado metabólico en el que el organismo queda privado de los hidratos de carbono como fuente primaria de glucosa para la obtención de energía. Por lo tanto, se ve obligado a obtener energía a partir del metabolismo de la grasa.
Cuando privamos al organismo de los hidratos de carbono, este emplea el glucógeno que tiene almacenado en el hígado como primer recurso. Cuando se consume, el organismo empieza a consumir los ácidos grasos, transformándolos en cuerpos cetónicos. Sin embargo, su liberación masiva puede ser peligroso para algunos órganos.
La proporción de hidratos en una dieta cetogénica suele ser muy por debajo de la recomendación de 50 a 60 % de las calorías totales. Generalmente, provee alrededor del 10 % o menos de la energía en forma de hidratos.
Hay dietas cetogénicas en las cuáles se permite la ingesta de frutas y vegetales, pero en cantidades muy controladas, mientras que otras eliminan por completo toda fuente de hidratos, prohibiendo la ingesta de cereales, harinas, panificados y también, frutas, verduras y legumbres.
También, hay dietas cetogénicas en las cuáles se recurre al ayuno para propiciar la formación inicial de cuerpos cetónicos, que posteriormente debe sostenerse para lograr la pérdida de peso a expensas de la gran oxidación de grasas.
Como podemos ver, son muchas las dietas cetogénicas y todas tienen la finalidad última de propiciar la quema de grasas en el organismo para dar origen después a cuerpos cetónicos en nuestro cuerpo.
Riesgos de seguir esta dieta
- Reducción del consumo de frutas y verduras
Debido a que la mayoría de las dietas cetogénicas reducen al máximo el consumo de verduras y de frutas, el organismo recibe un aporte mínimo de vitaminas, minerales y fibra que tan abundantes son en esos alimentos. Esto se podría solucionar tomando un suplemento vitamínico si se realiza este tipo de dieta.
- Reducción de la ingesta de fibra
Al tomar tan poca fibra, otra de las consecuencias es que suele aparecer es el estreñimiento, por lo que es recomendable tomar algún tipo de infusión que tenga efectos laxantes, como podría ser la malva.
- Mal aliento
Entre otras cosas, también es frecuente sufrir de mal aliento o halitosis dada la elevada producción de cuerpos cetónicos. Además, algunos estudios sugieren que este tipo de dieta aumentaría la sensación de cansancio o fatiga debido a la escasez de hidratos en la dieta.
- Podría reducir el nivel cognitivo
Como el cerebro debe emplear cuerpos cetónicos en reemplazo de glucosa, su combustible predilecto, el rendimiento cognitivo puede afectarse, como lo han demostrado científicos estadounidenses.
- Es más difícil de seguir
Asimismo, si bien muchos consideran que las dietas cetogénicas son más fáciles de seguir que aquellas no cetogénicas. Los estudios muestran lo contrario, ya que la imposibilidad de consumir alimentos muy populares como cereales, pan, legumbres, frutas o vegetales, reduce notablemente la adherencia a la misma.
- Podría producir cetoacidosis
En casos extremos, puede producir cetoacidosis si los cuerpos cetónicos se incrementan de manera masiva en la sangre, que puede producir daño en algunos órganos o incluso el coma.
Por ello, para someterse a este tipo de dietas es imprescindible tener un buen estado de salud previo y realizar consultas periódicas con un profesional de la salud, ya que si se tiene insuficiencia renal o hepática podemos tener serios problemas al realizarla.
¡Precaución!
Además de los inconvenientes propios que se suman a este tipo de dietas, algunos grupos de riesgo con mayor vulnerabilidad son:
- Personas con problemas hepáticos o cardíacos, ya que en algunos casos ha propiciado el desarrollo de arritmias.
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia
- Personas con insuficiencia renal
La dieta cetogénica no es una dieta que podamos realizar toda la vida o que promueva hábitos de vida sanos. No constituye una alimentación equilibrada, sino que propone una alternativa ocasional y temporal para perder peso y grasa.
Finalmente, recuerda que para cualquier régimen nutricional que vayas a seguir es importante la visita a un especialista que revise tu estado actual de salud, así como tu progreso.