Aunque no ha recibido la atención necesaria, “el grooming” va en aumento. El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) registra 12 casos de este fenómeno, comúnmente conocido como “acoso cibernético”.
Hasta ahora solo se registra una víctima en el Sur de Quintana Roo. Se trató de una joven de la comunidad de Sabidos que fue atrapada por un sujeto aún no localizado, que le citó en un balneario y tras convivir por varias horas, le golpeó con saña hasta desfigurarle el rostro y estuvo a punto de fallecer.
Aunque la mayoría de estos casos no se denuncian por desconocer que se trata de una conducta punible a delito.
Como estrategia de prevenir esta conducta, el especialista en el tema, Roberto Ruiz, impartió una conferencia ante un nutrido grupo de personas, entre académicos, representantes populares y ciudadanía en general.
Allí expuso las causas y efectos del “grooming” que cada día tiene mayor presencia.
Resaltó que no se trata de invadir la privacidad de los jóvenes, pero si tomar acuerdos y medidas preventivas.
“Dejamos como para entretenerlos y nosotros hacer las cosas que tenemos que hacer… Hay que tomar acuerdos entre padres e hijos donde se van a usar los dispositivos digitales, a qué hora y el niño no se meta a su cuarto y de allí esté chateando o esté en contacto con alguien más”, refirió.
Porque el promedio de navegación en internet entre jóvenes es de cuatro horas diarias. Generalmente el acosador es adulto y con engaños llega a manipular al menor hasta que consigue su objetivo.
Para prevenirle se recomienda fortalecer la confianza con los hijos, tomar acuerdos con ellos y activar los controles de privacidad de las redes sociales, para evitar el acceso a desconocidos.
Cualquier indicio de “grooming” debe ser denunciado a los números de emergencia, de donde se le canalizará a la Policía Federal.
Esta ponencia fue desarrollada por iniciativa de la diputada Candy Ayuso Achach, que desde hace mucho legisla sobre el tema.
Asimismo, También adelantó que con estas acciones no solamente se busca prevenir estas prácticas sino también generar los marcos legales para que se tipifique como delito y con esto no solamente proteger a los infantes sino estar acorde a las necesidades de la población.