La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha lanzado una advertencia sobre la necesidad de una inversión significativa para reducir las emisiones de metano generadas por los combustibles fósiles. Según un informe reciente, para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados para 2030, se requiere una inversión de aproximadamente 170 mil millones de dólares. Esta cifra representa menos del 5% de los ingresos generados por el sector en el año 2023.
El metano, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono a corto plazo, es una preocupación crítica en los esfuerzos por abordar el cambio climático. El informe destaca que las emisiones de metano por combustibles fósiles aumentaron ligeramente en 2023, alcanzando las 120 millones de toneladas. La AIE enfatiza que las compañías del sector deben asumir la responsabilidad de tomar medidas concretas para abordar este problema.
La reducción del 75% de las emisiones de metano generadas por los combustibles fósiles es esencial para alinearse con los objetivos climáticos establecidos por la comunidad internacional. Los compromisos actuales asumidos por países y empresas apuntan a un recorte del 50%, pero la AIE advierte que muchos de estos compromisos carecen de planes de implementación sólidos, lo que pone en duda su efectividad real.
El informe destaca que alrededor del 40% de las emisiones de metano en la explotación de combustibles fósiles podrían evitarse con un costo nulo. Esto se lograría a través de la recuperación y comercialización del metano, lo que generaría ingresos adicionales para las compañías del sector. La AIE insta a las empresas a considerar esta opción, especialmente en la industria petrolífera y gasística, donde el potencial de rentabilizar la captación de metano es significativo.
AIE reconoce a Noruega y Países Bajos como los más eficientes en reducción de metano
La intensidad de las emisiones de metano por unidad de petróleo, gas o carbón extraído varía enormemente de un país a otro. La AIE identifica a Noruega y los Países Bajos como los más eficientes en este aspecto, mientras que Venezuela y Turkmenistán son los menos eficientes y generan más emisiones en términos relativos.
La reducción de emisiones de metano es un componente clave en la lucha contra el cambio climático, y la AIE destaca la importancia de transformar los compromisos existentes en acciones concretas para abordar este desafío de manera efectiva. La inversión necesaria para lograr este objetivo representa una fracción pequeña de los ingresos generados por el sector, lo que resalta la viabilidad financiera de estas acciones para abordar el cambio climático.
Para seguir leyendo: INE descarta irregularidades en registros para voto desde el extranjero; PRI y PRD denuncian fenómeno