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En una arriesgada expedición a las profundidades del océano Atlántico, el sumergible Titán desapareció el pasado domingo con cinco personas a bordo.
Entre ellos se encontraba Alan Estrada, conocido youtuber y actor mexicano reconocido por su canal de viajes “Alan por el mundo”.
Desde hace años Alan planeó el viaje
La travesía, que tenía como objetivo ver los restos del famoso naufragio del Titanic a 4.000 metros de profundidad, atrajo la atención de Estrada hace dos años.
“Todas las personas que hicimos esa expedición estábamos plenamente conscientes de los riesgos que estábamos tomando”
Estrada

A pesar de la peligrosidad de la misión, Estrada aseguró que nunca se sintió inseguro, pues era consciente de los riesgos involucrados.
Sin embargo, admitió que si algo salía mal en las profundidades y el sumergible colapsaba, probablemente ni siquiera se darían cuenta.
Como se enteró Alan del viaje
Alan Estrada se enteró de la posibilidad de sumergirse hasta los restos del Titanic durante la pandemia, cuando buscaba llevar su canal de YouTube “a otros límites”.
Tras investigar y buscar patrocinadores para costear la expedición, se inscribió a principios de 2021, luego de pagar el precio de US$125.000 por pasajero, el cual se duplicó este año.
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El primer intento de Estrada en julio de 2021 fue fallido debido a problemas técnicos que obligaron al Titán a regresar a la superficie poco después de iniciar la travesía.
Sin embargo, un año después, en julio de 2022, el youtuber logró viajar con éxito junto a otra tripulación y pasajeros.
Nada especial
Viajar en el sumergible Titán no resultó ser una experiencia particularmente especial, según relató Estrada.
Aunque el inicio del trayecto se asemejaba al lanzamiento de un cohete, el viaje en sí no era muy destacado.
El espacio dentro de la cápsula, fabricada en fibra de carbono y titanio, era limitado, con medidas de 2,8 metros de ancho, 2,5 metros de alto y 6,7 metros de profundidad. El sumergible tenía capacidad de oxígeno para cinco personas durante 96 horas.

El viaje se dividía en dos horas para descender los 4.000 metros, hasta cuatro horas en la profundidad del océano para encontrar y recorrer los restos del Titanic, y dos horas para ascender a la superficie.
Durante el trayecto, Estrada tuvo la oportunidad de manejar el sumergible utilizando un control de videojuegos inalámbrico, con movimientos limitados de adelante, atrás, arriba, abajo y girar.
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En medio de la travesía, Estrada incluso pudo ver parte de una película mientras esperaba llegar al histórico transatlántico, tal como mostró en uno de sus videos.
Nadie puede abrir el sumergible
Sin embargo, es importante destacar que el sumergible no podía abrirse desde adentro, solo el equipo especializado tenía la capacidad de hacerlo desde el exterior.
Por lo tanto, en caso de que la nave hubiera logrado salir a flote, los pasajeros no podrían haber salido sin ayuda externa.

El hecho de que este tipo de viajes sean considerados “controversiales” debido al alto costo económico involucrado no escapa a la atención de Estrada.
Alan dice que es “Un lujo para ricos”
Él reconoce que algunos pueden verlo como un lujo para los ricos, pero también destaca que estos turistas permiten que los científicos continúen explorando las profundidades del océano, ya que la exploración submarina es extremadamente costosa.
Alan Estrada espera que los rescatistas logren encontrar con vida a los pasajeros del Titán y que esta experiencia sirva como un oscuro capítulo del cual se pueda aprender mucho para seguir explorando las profundidades marinas.
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