Albergues y organizaciones religiosas en Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, han lanzado una alerta ante la llegada de una caravana de entre 5,000 y 6,000 migrantes desde el sur del país, siendo la más numerosa del año. El padre Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, expresó su preocupación por la capacidad de la ciudad para recibir a esta gran cantidad de personas y mencionó que Ciudad Juárez es uno de los puntos de mayor flujo migratorio en México y Centroamérica.
A pesar de que la caravana podría dividirse en su camino hacia el norte, existen 60 casas para migrantes en todo el país que pueden recibirlos y brindarles alojamiento y comida. Ciudad Juárez ha sido testigo de un aumento en la migración irregular, y las asociaciones defensoras de migrantes señalan una mayor vigilancia por parte de las autoridades mexicanas. Aunque se ha notado una disminución en la cifra de migrantes debido al clima y la vigilancia, los albergues continúan saturados.
El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, destacó que las casas del migrante están sobrepasadas, pero la Iglesia está comprometida en acoger a los migrantes. La situación en la frontera norte sigue siendo un desafío, y los migrantes siguen llegando en tren, avión y por carretera en un intento por burlar los puntos de revisión migratoria.
A pesar de las dificultades, los migrantes continúan llegando a Ciudad Juárez, buscando una oportunidad para un futuro mejor. La situación subraya la importancia de abordar las causas profundas de la migración y desarrollar soluciones integrales para proteger los derechos y la dignidad de los migrantes en tránsito.
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