La también catedrática de la UIC, Daniela Flores, declaró que el consumo de la cannabis regularmente está relacionado con algún grado de depresión de las personas, siendo una situación que muchas veces ni siquiera el consumidor identifica.
El consumo de mariguana por periodos prolongados y en cantidades altas genera daños a la salud, al afectar la zona del lóbulo frontal del cerebro, el cual está involucrado en las funciones cognitivas y de la memoria, destacó la investigadora Daniela Flores.
La también catedrática de la Universidad Intercontinental (UIC) declaró, en entrevista, que el consumo de la cannabis regularmente está relacionado con algún grado de depresión de las personas, siendo una situación que muchas veces ni siquiera el consumidor identifica.
“En términos generales, de lo que hemos investigado en la Universidad Intercontinental, se refiere a procesos de depresiones discretas, depresiones latentes que no dan muchos síntomas clínicos por los cuales el paciente no va a consulta”, mencionó.
Flores Mersi abundó que “incluso en ocasiones si llega a consulta, tampoco nos dice que ese es el problema y a veces tardan mucho en decirnos que consumen algún estupefaciente”.
Consideró que en el análisis sobre la despenalización de la mariguana para uso recreativo, se debe tomar en cuenta el aspecto de salud, porque aunque hay algunos especialistas que niegan dependencia fisiológica, “la realidad es que sí la hay, sobre todo si se conjugan frecuencia y dosis altas por tiempos prolongados”.
Eso da como resultado una dependencia formalmente fisiológica y cuando eso ocurre, se entra en necesidad de las drogas que no se puede controlar y va a tener muchas consecuencias, mencionó.
“A largo plazo las primeras consecuencias son problemas cognitivos, en particular de aprendizaje y de retención. La memoria empieza a fallar, primero la inmediata, luego nos vamos un poco más en el pasado hasta que nos vamos al pasado más viejo que se empieza olvidar”, precisó.
“El paciente pierde capacidad de atención y concentración además de desarrollar ansiedad porque tiene que consumir la sustancia”, agregó la especialista.
La también es coordinadora regional para la Sociedad Internacional de Neuropsicoanálisis (NPSA) en México, Centro y Sudamérica, dijo que actualmente el consumo de mariguana inicia a edades más tempranas, entre los 12 o 13 años, siendo más claro el proceso de afectación al sistema nervioso.
(FUENTE MVS)