Mucha gente cree que consumir leches vegetales como de almendras, soya o coco es más nutritivo que ingerir leche de vaca, sobre todo se vuelve una alternativa para las personas que son intolerantes a la lactosa o que tienen un estilo de vida vegano en el que no consumen productos de origen animal, sin embargo estos productos muchas veces son “engañosas” al consumidor pues no cumplen con lo que indica su etiquetado, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)

La Profeco realizó un estudio donde analizó 22 leches vegetales denominadas “alimentos líquidos” o bebidas elaboradas a basa de arroz, soya, almendras, coco y avena donde se detectó que al menos tres marcas comerciales no cumplen con las características ofrecidas a los consumidores, y además son productos de alto costo.
La dependencia derribó el mito que dicta las bebidas vegetales son “leche”, pues erróneamente se les considera de este modo por su aspecto y uso similar al que se le da a la leche de vaca, sin embargo ninguna de las marcas analizadas contiene lactosa y algunas inducen a la publicidad engañosa haciéndose pasar por “leche” cuando no lo son. Estas bebidas suelen reemplazan la leche pero en aporte nutricional no son lo mismo.
3 marcas de leche vegetal caras y engañosas
Marcas de leches analizadas en el estudio cumplen con la calidad sanitaria necesaria para su comercialización, sin embargo hay tres que no se apegan a las normas y mienten o pueden confundir a los consumidores.
- Calahua Coconut milk: se puede pensar que es leche cuando se trata de una bebida vegetal
- A de coco coconut milk: se puede pensar que es leche cuando se trata de una bebida vegetal
- Terrafertil Nature´s Heart: presenta la leyenda de certificación kosher, sin embargo no lo comprueba.
Cabe señalar que todos los productos analizados son veraces en cuanto al vegetal que declaran, es decir son de coco, soya o almendras. La mayoría adicionan calcio, sin embargo quedan por debajo de la cantidad que aporta la leche animal. Los principales componentes de las bebidas analizadas son agua, hasta un 98%, azúcares, grasas y proteínas vegetales. Hay que destacar que las bebidas elaboradas con almendra, arroz, coco, avena y almendra-coco tienen un mínimo de aporte de proteína a diferencia de las bebidas de sota cuyo contenido es mayor, parecido incluso en algunas marcas, al de la leche de vaca (3g/100ml).
En estos productos aunque la fruta, cereal o semilla contenga proteína la cantidad de nutriente baja porque la proporción es baja. En su mayoría hay ocho almendras por cada litro de agua.
Marcas de leche que no cumple con la norma
El estudio encontró, asimismo, que dos productos de la marca Lala no cumplen con la norma por el proceso no regulado de eliminación de lactosa. Su densidad y contenidos de sólidos no grasos no son los mínimos requeridos por la NOM-155-SCFI-2012, por lo que la incumplen. Estos productos en mención son los siguientes:
- LALA 100 FRESCA sin lactosa, DESLACTOSADA. Leche semidescremada, deslactosada, ultrafiltrada, pasteurizada, adicionada con vitaminas A y D. Reducida en grasa (México) 1 litro.
- LALA 100 FRESCA sin lactosa LOW CARB -30%, LIGHT. Leche semidescremada, deslactosada, ultrafiltrada, pasteurizada, adicionada con vitaminas A y D. Reducida en grasa (México) 1 litro.
¿Por qué no cumplen?
El proceso al que son sometidos estos productos para eliminar la lactosa, da como resultado que los parámetros de densidad y la cantidad de sólidos no grasos sean menores a los requeridos. Asimismo, estos dos productos sin lactosa son distintos a las leches deslactosadas convencionales que conservan azúcares simples (glucosa y galactosa) que les dan dulzor.
Tomar leche a diario no es tan buena idea
Otro de los aspectos relacionados con este alimento que cuenta con investigaciones médicas a favor y en contra es la lactosa. La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y en los lácteos. Para poder digerir es necesaria una enzima que se llama lactasa. En Europa el 70-90 por ciento de la población la tiene, mientras que en Asia y África el 90 por ciento no y sufren de intolerancia a la lactosa. Para esas personas beber leche es perjudicial y es mejor que tomen otros tipos de leche a modo de sustitutos, pero el resto puede seguir tomando su vaso diario.

Relacionado con la intolerancia a la lactosa está la alergia a las proteínas de la leche, que aparece solo en el 3% de los bebés y en el 80% de los casos desaparece conforme el niño crece. Las grasas también han sido señaladas en diversas investigaciones médicas. La leche humana (que se suele tomar como referente) contiene 45 gramos de lípidos por litro, de los que el 55% son ácidos grasos poliinsaturados y el 45% ácidos grasos saturados y además tiene un elevado contenido en ácido linoléico.
¿Se puede mezclar leche con agua?
El agua y la leche tienen densidades diferentes. ¿Pero son tan diferentes que hacen que no se puedan mezclar, como en el caso del agua y del aceite? Podrás comprobarlo con este sencillo experimento. Antes de ver cómo se comportan la densidad de la leche y la del agua cuando se juntan veamoslas por separado.
En el caso del agua, la densidad es de 1 gramo por centímetro cúbico (g/cm³) a una temperatura de 15°C. O lo que es lo mismo, 1 kilogramo por metro cúbico (kg/m³). Dicho de otra manera, el 1.000 gramos de agua ocupan un volumen de 1.000 centímetros cúbicos (g/cm³). Este valor cambia en base a factores como la temperatura o la presión. Además, en el caso del agua del mar, la salinidad del agua también influiría en su densidad.
La densidad de la leche también es variable, ya que ésta está relacionada con el porcentaje de grasa, de sólidos no grasos y de agua que contenga. Para tener una idea clara sobre la densidad de la leche lo mejor es medirla cuando aún está fresca, ya que la exposición al medio podría hacerla variar.
Cómo saber si la leche se encuentra en mal estado
Verifica si han transcurrido menos de 7 días posteriores a la fecha de vencimiento. Cuando la almacenan de forma adecuada, la leche dura hasta 7 días después de la fecha de vencimiento que aparece en el envase. Sin embargo, si esa fecha ha pasado y la leche ha permanecido fuera del refrigerador, lo más seguro es que se encuentre en mal estado.
Huele la leche en búsqueda de un olor desagradable. Olfatear es la primera forma (y la más evidente) de saber si se ha echado a perder. La leche fresca casi no tiene olor. En cambio, la leche agria presenta un olor desagradable. Si olerla te hace retroceder, ya no se encuentra en buen estado.

Verifica su consistencia para buscar si tiene trozos o grumos. La leche fresca es un líquido ligero que se vierte fluidamente. La consistencia depende de su contenido de grasa. La leche entera y la crema son más espesas que la leche descremada. Pero en todos los casos, la leche debe mantener su fluidez al moverla y verterla.
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