El presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), llegó la tarde del domingo 7 de agosto a Sabinas, Coahuila, a bordo de un avión militar, con el fin de supervisar personalmente el rescate de los 10 mineros que quedaron atrapados en un pozo de carbón tras su derrumbe, desde el pasado 3 de agosto.
López Obrador ingresó a la parte trasera de la mina para reunirse con los rescatistas y familiares más cercanos para verificar los avances del rescate.
Fue escoltado por un convoy militar y recibido por gobernador del estado, Miguel Riquelme. Sin embargo, López Obrador se acercó para intercambiar solo unas cuantas palabras y ocasionó distintas críticas e incluso jaloneos.
“Voy para allá (Coahuila). A ver cómo está el rescate (…) A ver cómo está la situación.”, comentó este domingo a su salida de conferencia de prensa en Colima, desde donde voló al estado fronterizo.
Cabe recordar que su llegada a la zona conocida como Conchas, donde se reportó el derrumbe, fue anticipada horas antes cuando, frente a algunos reporteros. También reveló que “se continúa bombeando mucha agua” en los pozos pese a los esfuerzos del plan DN-III-E para retirar el espejo hídrico que prohíbe la entrada a las brigadas de apoyo.
En ese tenor, el tabasqueño señaló que se han detectado tirantes de agua de hasta 40 metros que una de las minas abandonadas continúa regando en la zona donde trabajaban los mineros antes de la tragedia. Sin embargo, se dijo confiado de que las operaciones del Federal apoyarán para disminuir los niveles.
Vamos a seguir esperanzados, confiando de que estén a salvo”.
López Obrador afirmó que ya se tiene pleno conocimiento del dueño de la mina. “Se sabe todo”, declaró; aunque, cabe destacar, el Jefe del Ejecutivo había pedido en días pasados priorizar el rescate de las víctimas, antes de buscar culpables.
AMLO asegura priorizar el rescate de los mineros
En un encuentro breve con medios de comunicación; se le cuestionó sobre cuándo se llevaría a cabo el rescate, a lo que él comentó, que se está trabajando en eso para que sea lo más pronto posible. Entre gritos y reclamos por parte de los familiares, el presidente mencionó que se priorizará el rescate de mineros y después en dar justicia.
Han pasado cuatro días desde que los diez mineros han permanecido incomunicados y en un túnel de 60 metros bajo tierra; fácilmente rodeados por 34 metros de agua. La falta de oxígeno y la incertidumbre han hecho del rescate una cuestión contra-reloj.
En medio de la intriga por el lento avance para reducir el espejo de agua y la incógnita por saber si los buzos o brigadas podrían entrar a los pozos. El Gobierno de Coahuila confirmó registrar de manera significativa la reducción de los niveles de agua, “gracias a la colocación de equipos de bombeo de mayor capacidad”.
“A la par de los trabajos de extracción (…) se instaló una bomba más dentro de un barreno que se perforó y actualmente se trabaja para el acondicionamiento de otro y la exploración para la realización de dos barrenos más”, comunicó en un documento.
Aunado a ello, la administración de Miguel Ángel Riquelme dio a conocer que no existen obstáculos para las maniobras subsecuentes de los trabajos de rescate.
“Se completó el estudio de imagen mediante las cámaras sumergibles en los 3 pozos que comenzó desde la tarde de ayer, el cual mostró no existen obstáculos para maniobras subsecuentes”.
Fuente Infobae