Se convertirán en la primera banda británica en lograr la hazaña, después de que el Instituto Cubano de Música y los músicos terminaron de afinar un acuerdo hace tres semanas de llevar un show gratuito para miles de personas, presentación que en México a los seguidores del cuarteto costó entre 320 y 10 mil pesos el boleto.
Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts tocarán en Cuba por primera vez en sus más de 50 años de carrera musical este viernes, como parte de su gira latinoamericana “Olé Tour” en un hecho histórico que pretende reafirmar la nueva etapa de apertura internacional que el régimen se empecina en mostrar al exterior.
Se convertirán en la primera banda británica en lograr la hazaña, después de que el Instituto Cubano de Música y los músicos terminaron de afinar un acuerdo hace tres semanas de llevar un show gratuito para miles de personas, presentación que en México a los seguidores del cuarteto costó entre 320 y 10 mil pesos el boleto.
Encantados por la visita, los Stones enviaron mensajes entusiastas en español a los residentes en la isla caribeña, un “¡Hola!” en un video compartido vía redes sociales de las cuatro octogenarias figuras, fue suficiente para crear una vorágine virtual entre sus millones de seguidores alrededor del mundo.
Video: Hola Cuba
Pero antes de sus satánicas majestades, hubo una banda que llevó los primeros riffs del rock en inglés a las costas empapadas de la orgullosa Revolución Cubana, los estadounidenses, Audioslave.
La banda integrada por Tom Morello (guitarra), Chris Cornell (voz), Tim Commerford (bajo) y Brad Wilk (batería), fue la primera de habla inglesa y de origen estadounidense en tocar en La Habana ante 60 mil personas en la Tribuna Antiinperialista José Martí el 6 de mayo de 2005.
Al igual que los Rolling Stones, Tom Morello, líder y guitarrista de la banda logró un acuerdo con el Instituto Cubano de la Música, o mejor dicho, la aprobación del gobierno de La Habana para la presentación, bajo el argumento de un intercambio cultural, consentido también por el Departamento del Tesoro estadounidense.
Entonces, se acordaron una serie de condiciones diplomáticas que perduran hoy día, como aquella que estipula ser acompañado todo el tiempo por un representante del gobierno cubano, es decir, una especie de “guía de turistas” que no dejó solos ni a sol ni a sombra a los músicos; un tanto por la necesidad de la traducción simultánea inglés-español para la filmación del DVD “Audioslave live in Cuba”, y otro tanto, por la supervisión constante de las actividades de los estadounidenses en la isla; además de la insistencia de dar testimonio de las políticas que ensalzan las virtudes de la Revolución Cubana.
El histórico concierto duró alrededor de 130 minutos, fue el más largo que ofrecería Audioslave en su corta vida, fue también el único que dieron en un país latinoamericano y fue seguramente en el que hubo más curiosos que fanáticos, que de igual manera, terminaron contagiados por el rock del “imperialismo”.
“Recuerdo que los cubanos no los conocían, tampoco qué tipo de música era… había muchos extranjeros, españoles, alemanes, etcétera”, dice Alan McLaughlin de Irlanda del Norte, uno de los 60 mil asistentes al recital en la isla, quien estaba de vacaciones Cuba y quien aún tiene imágenes en la memoria de esa noche sobre la banda a medio concierto con toda la gente sudando y el entusiasmo de los lugareños por la música desconocida para la mayoría, pero muy bienvenida y recibida en la isla.
El concierto siguió con un Cornell contemplando al público más fascinado que a quienes miraba, parecía anonadado; con un Morello visiblemente complacido por pisar la isla afín a sus convicciones, y un público que lejos de ser fanático del cuarteto saltó de emoción hasta dejar los cuerpos escurridos de sudor.
Video: live in Cuba
https://youtube.com/watch?v=dLhsTFknikY
“No sabía nada hasta el día del concierto que vi el escenario, luces y cámaras cuando pasamos por la plaza antiimperialista en taxi, le pregunté al taxista qué iba a pasar, cuando me lo contó yo pensé que se había equivocado porque con el embargo americano, no iban bandas americanas”, recuerda McLaughlin desde Belfast.
En ese entonces como ahora, la coyuntura política era relevante en la isla, el periódico Rebelión, relató con cifras diametralmente diferentes el recital: “Unos cuatro mil jóvenes cubanos se dieron cita en la emblemática Tribuna Antiimperialista, creado como lugar de encuentro de masas frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos durante las movilizaciones para exigir la vuelta del niño balsero Elián González. De modo que las decenas de funcionarios de la “diplomacia” norteamericana tuvieron que escuchar los atronadores sonidos de un grupo de rock de su país entre las diez y cuarto de la noche y las doce y media de la madrugada que rompía el bloque norteamericano vitoreados y hermanados con la juventud cubana. Muchos recordaron que Estados Unidos no permite la entrada de músicos cubanos en suelo norteamericano.”
Este viernes, los legendarios Stones se convertirán en la primera banda de rock británica en tocar en La Habana después de conciertos en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Colombia y México; apenas hace tres días el presidente de Estados Unidos, Barack Obama dejó el Hotel Nacional de la capital cubana tras concluir una visita “durante la cual se declaró el fin de los últimos restos de la Guerra Fría en las Américas” – apuntó la AP -, mismo lugar donde hace 11 años, se hospedó Audioslave en su estancia en Cuba y donde la impronta del rock anglosajón sonó por primera vez.
Recuerden que la mejor música es la que se escucha… ¡a todo volumen!
@Jenn_Ramirez_