La noche de este sábado, el área de gobierno local de Gwoza, en el estado de Borno, Nigeria, fue sacudida por una serie de explosiones suicidas que han dejado al menos 18 muertos y más de 40 heridos.
Los ataques, que se registraron en diversos puntos de la comunidad, son considerados uno de los episodios más sangrientos en meses de relativa calma en la región, usualmente azotada por la violencia de grupos extremistas como Boko Haram y su escisión, Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).
El emir de Gwoza, Mohammed Shehu Timta, confirmó al diario Vanguard que el primer ataque fue planeado y ejecutado por una mujer no identificada que logró infiltrarse en una boda con dos niños.
“El primer ataque suicida fue planeado por una mujer no identificada que se coló con dos niños en el banquete de la boda de un joven popular en Gwoza. Hizo detonar sus artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés), matándose a sí misma y a muchas personas”, narró Timta.
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Explosión en un funeral y ataque en un hospital
La tragedia no terminó con la boda. Minutos después, otra explosión sacudió una ceremonia funeraria en las cercanías, seguida por una tercera que tuvo lugar en las inmediaciones del hospital general. Barkindo Saudu, director general de la Agencia Estatal de Gestión de Emergencias (SEMA), explicó al medio nigeriano The Sun que las explosiones fueron perpetradas por mujeres terroristas, en lo que constituye el primer atentado de este año en el estado de Borno.
“De momento, hay 18 muertos confirmados, incluidos niños y mujeres embarazadas”, indicó Saudu.
Además, más de 40 personas están recibiendo atención médica por diversas heridas. Entre ellos, 19 han sido catalogados como heridos graves y han sido trasladados bajo escolta militar al hospital de Maiduguri, la capital del estado, ubicada a unos 130 kilómetros de Gwoza.
El temor a nuevas víctimas
El emir de Gwoza, Mohammed Shehu Timta, también advirtió que el número de víctimas podría aumentar, dadas las circunstancias y la magnitud del desastre.
“Toda la zona de Gwoza está de luto tras los múltiples atentados suicidas perpetrados en nuestra comunidad”, lamentó Timta.
Los estallidos sembraron el caos, desencadenando una ola de pánico masivo que provocó que muchos residentes huyeran para ponerse a salvo.
Barkindo Saudu, el director general de la SEMA, se encuentra en Gwoza para coordinar la respuesta de emergencia y prestar apoyo a las víctimas. Las autoridades locales, junto con equipos de rescate y fuerzas de seguridad, están trabajando sin descanso para gestionar la situación y evaluar los daños colaterales.
Boko Haram y el ISWAP azotan Nigeria
Desde 2009, el noreste de Nigeria ha sido objeto de continuos ataques por parte del grupo yihadista Boko Haram. La violencia se intensificó en 2016 con la aparición de su facción escindida, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP). Ambos grupos buscan imponer un Estado islámico en Nigeria, un país con una división religiosa marcada: el norte es mayoritariamente musulmán, mientras que el sur es predominantemente cristiano.
Las cifras son alarmantes: más de 35,000 personas han perdido la vida y alrededor de 2.7 millones han sido desplazadas internamente debido a la violencia, tanto en Nigeria como en países vecinos como Camerún, Chad y Níger. Datos proporcionados por el gobierno y las Naciones Unidas subrayan el impacto devastador de estos grupos en la región.
Fuentes: Aristegui noticias
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