La muerte de la joven Mahsa Amini desató fuerte protesta por parte de los ciudadanos. La mujer de 22 años falleció el pasado 16 de septiembre.
Al momento de su muerte se encontraba bajo custodia de la policía de la moral, que se acusa de cobrar la vida de 40 personas.
Se sospecha brutalidad policial por el uso demasiado suelto del jihab (velo) tradicional.
Un abuso de poder
Según dice el conteo oficial, 41 personas han muerto, incluyendo manifestantes y policías, con base en estas detenciones por lo moral.
La ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, ha contabilizado al menos 57 fallecidos en la represión.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Joseph Borrell, afirmó el domingo que era “inaceptable” el uso “desproporcionado” de la fuerza contra quienes protestan en Irán.
La protesta
Desde la noche de su muerte, miles de iraníes salieron a protestar su muerte cada noche.
Las protestas están siendo detenidas y viendo marcadas por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y por consignas hostiles al poder, según medios y activistas.
Se puede observar en videos colgados en las redes, escenas de violencia en Teherán y otras ciudades importantes como Tabriz (noroeste). En algunos, se ve a las fuerzas de seguridad disparando en dirección a los manifestantes.
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En apoyo a estas protestas, se llevaron a cabo eventos similares en distintos países de todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, Francia, España, Chile e Irak.
Las imágenes virales muestran a mujeres quemando su velo tradicional o jihab.
En Irán están obligadas a cubrirse el cabello y el cuerpo hasta debajo de las rodillas.
La policía de la moralidad vigila el uso de estas prendas tradicionales. Luego de ser detenida, Mahsa Amini fue llevada la estación de policía para una hora de “reeducación”.