Bajío y norte lideran en crecimiento
Durante 2024, las entidades del Bajío y la frontera norte de México destacaron por un crecimiento significativo en el gasto federalizado, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Estas regiones lideraron debido a su dinamismo económico, mejores sistemas de fiscalización y un aumento en la recaudación, que impacta directamente las participaciones federales, principal componente del Ramo 28.
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Por ejemplo, Aguascalientes registró el mayor incremento, con una variación de 6.3%, seguido de Baja California (5.7%) y Sonora (5.6%). Querétaro, Nuevo León, Jalisco y Chihuahua también tuvieron resultados positivos gracias a un fortalecimiento de su actividad económica y una mayor eficiencia recaudatoria.
El gasto federalizado total, que incluye recursos transferidos a estados y municipios, ascendió a 2.59 billones de pesos, un incremento de 2.51% en términos reales frente a 2023, marcando el tercer año consecutivo con aumentos, aunque por debajo del 3%.

Retrocesos en el sur-sureste
En contraste, entidades del sur-sureste enfrentaron reducciones en sus asignaciones. Estados como Campeche, Tabasco, Quintana Roo y Veracruz reportaron disminuciones en el gasto federalizado, complicando su panorama financiero. Veracruz, por ejemplo, sufrió una contracción de 0.5%, mientras que Puebla experimentó una baja de 1.4%.
En total, nueve entidades registraron retrocesos en este rubro, incluyendo Zacatecas, Durango, Nayarit y Colima. La situación de Durango resulta paradójica, ya que, pese a ser el estado con mayor dinamismo económico en el año, experimentó una caída en sus participaciones federales, posiblemente atribuida a informalidad laboral o un efecto tardío en los ingresos recaudatorios.
Participaciones, principal motor del aumento
El incremento en el gasto federalizado se debió a alzas en tres de sus seis componentes: participaciones federales (4.2%), recursos para protección social en salud y convenios de descentralización.
Las participaciones federales, que representan recursos de libre disposición para los gobiernos locales, fueron el principal motor del crecimiento, impulsadas por una mayor recaudación federal participable, un indicador estrechamente ligado a la actividad económica y la población.
En contraste, las aportaciones federales, que son recursos etiquetados para áreas como educación, salud e infraestructura social, tuvieron una caída del 1.3%. Este descenso refleja los ajustes en los presupuestos federales y afecta la capacidad de los estados para atender problemáticas clave.
Desafíos y oportunidades en 2025
Aunque el crecimiento en el gasto federalizado es una señal positiva para muchas entidades, los resultados desiguales a nivel subnacional evidencian retos financieros para 2025. Mientras estados como Aguascalientes y Baja California aprovechan su dinamismo económico, otros como Campeche y Tabasco enfrentan dificultades para consolidar su recuperación.
La importancia de estos recursos radica en que representan hasta el 85% de los ingresos totales de las entidades, excluyendo financiamiento y la Ciudad de México. Por ello, los gobiernos locales deberán buscar estrategias para optimizar su fiscalización y fortalecer su capacidad recaudatoria, garantizando así una distribución más equitativa y eficiente de los recursos federales.
Fuente: El economista