Durante la actual administración municipal de Cancún, el compromiso con la seguridad y la cultura de la paz ha tomado un nuevo rumbo. En 2023, las campañas de prevención del delito se han multiplicado, logrando un impacto notable en alrededor de 90 planteles educativos. Este esfuerzo no solo busca reducir la violencia, sino también fomentar un ambiente seguro y positivo en las comunidades.
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Un Enfoque Integral en la Seguridad
La directora de Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Tránsito de Benito Juárez, Zury Rodríguez Trinidad, ha liderado esta transformación. Durante una reciente conferencia, destacó que la participación ciudadana es clave para el éxito de estas iniciativas. “Cada vez más la ciudadanía, en el sector en el que se está desarrollando, busca sumarse a esta estrategia para que esta seguridad ciudadana se vaya construyendo de mejor manera”, afirmó Rodríguez.
Este enfoque integral ha permitido que no solo se implemente una serie de talleres y actividades en las escuelas, sino que también se promueva la colaboración entre padres, docentes y estudiantes. El objetivo es claro: crear un ambiente donde la prevención del delito y la cultura de la paz sean valores fundamentales.
Juguetes Bélicos: Un Reto a la Violencia
Uno de los programas más innovadores y bien recibidos es el de retiro y cambio de juguetes bélicos. Hasta el 17 de septiembre, más de 2,000 juguetes han sido recolectados en campañas realizadas en más de 12 escuelas de Cancún. Este programa no solo busca retirar del mercado juguetes como espadas, arcos y pistolas, sino que también pretende concienciar a los niños sobre la importancia de jugar con objetos que no fomenten la violencia.
“Estamos sacando de circulación, de la conciencia, y realizando sensibilización. Estos juguetes bélicos no pueden formar parte de nuestra comunidad”, afirmó Rodríguez. El éxito de esta campaña radica en la participación activa de los niños, quienes entregan sus juguetes a cambio de alternativas más pacíficas, como pelotas, juegos de mesa y muñecas. Esta iniciativa ha sido aclamada tanto por los pequeños como por sus padres, quienes ven en ello una oportunidad para educar sobre la paz desde una edad temprana.
Construyendo una Nueva Cultura
La aceptación de estas campañas ha superado las expectativas. La respuesta de los alumnos ha sido abrumadoramente positiva. Muchos niños, motivados por el deseo de participar en algo significativo, han contribuido con entusiasmo al programa. Esto no solo refuerza la idea de que la violencia no tiene cabida en sus vidas, sino que también promueve valores de cooperación y solidaridad.
La construcción de una nueva cultura de paz no es tarea sencilla, pero cada pequeño paso cuenta. Al retirar juguetes que representan la violencia y ofrecer alternativas lúdicas, se abre un espacio para el diálogo sobre la importancia de resolver conflictos de manera pacífica.
La Importancia de la Participación Ciudadana
Rodríguez subrayó la importancia de la participación activa de la comunidad en estas iniciativas. La colaboración de los padres de familia, maestros y ciudadanos en general es fundamental para el éxito de estas campañas. “La seguridad no es solo responsabilidad del gobierno, sino de todos nosotros. Necesitamos un esfuerzo conjunto para lograr una transformación real”, enfatizó.
El papel de la comunidad se ha visto reflejado en la gran cantidad de voluntarios que se han sumado a estas campañas. Desde la recolección de juguetes hasta la organización de talleres educativos, la participación activa de los ciudadanos es vital para mantener la continuidad y efectividad de estos programas.
Resultados Tangibles y Visión Futura
A medida que avanzan las campañas, los resultados son palpables. La reducción de casos de violencia en los planteles y en las comunidades cercanas es una señal de que las estrategias están funcionando. Sin embargo, Zury Rodríguez y su equipo son conscientes de que el camino hacia la paz y la seguridad es un proceso continuo.
Mirando hacia el futuro, se espera que estas iniciativas se expandan aún más, alcanzando un mayor número de escuelas y comunidades. Con la creación de espacios seguros y educativos, se busca empoderar a las nuevas generaciones para que sean embajadores de la paz en sus entornos.
Fuentes: Luces del Siglo
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