Campesinos de la zona limítrofe de Quintana Roo y Campeche han unido fuerzas para exigir la vigilancia y control de la implementación de plaguicidas prohibidos que están dañando sus tierras y afectando la salud de sus comunidades. Javier Rodríguez Tun, representante de la comunidad de El Cedral, informó que más de 2,400 hectáreas están siendo afectadas por el uso de estos agroquímicos en Hopelchén y las comunidades menonitas.
“Estudios científicos de instituciones como el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), han comprobado esta afectación no solo a nuestras tierras, sino también a la fauna polinizadora,” declaró Rodríguez Tun, quien representa a las comunidades de California, Veracruz, Nuevo Bécar, El Cedral, Tres Garantías y Dos Aguadas.
La información proporcionada por estas instituciones destaca que los agroquímicos prohibidos pueden tener efectos agudos y crónicos en la salud de las personas, dependiendo de la cantidad y la forma de exposición.
“Muchos de esos productos químicos han sido prohibidos para uso agrícola en los países desarrollados, por lo que tampoco deberían permitirse en México,” añadió Rodríguez Tun.
“El Colegio de la Frontera Sur señaló que estos contaminantes pueden permanecer durante años en el suelo y en el agua, por eso exigimos que, junto con Campeche, en Quintana Roo se ponga un alto para eliminar la producción y el uso de estos plaguicidas.”
Más de 800 productores afectados están preocupados no solo por el daño a sus cultivos, sino también por la salud de sus familias. Los efectos adversos de estos plaguicidas pueden resultar en intoxicaciones agudas o problemas de salud a largo plazo, incluyendo cáncer y efectos negativos sobre la reproducción.
“Ya solicitamos un estudio para verificar que, a causa del avance del cultivo en la zona con pesticidas prohibidos, en nuestra región la gente sufre intoxicaciones y enfermedades graves,” mencionó Rodríguez Tun.
A pesar de un decreto publicado en diciembre de 2020 que ordenaba la eliminación gradual del glifosato en México para llegar al 100% en 2024, las autoridades han permitido la continuidad de su uso ante la falta de alternativas. Los campesinos de Quintana Roo y Campeche esperan que se tomen medidas urgentes para proteger sus tierras y su salud, y llaman a las autoridades a cumplir con las regulaciones y prohibiciones establecidas para evitar mayores daños.
Fuentes: Novedades Quintana Roo
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