Ciudad de México.- En México, anualmente se registran más de 5 mil nuevos casos de cáncer al año en niños de cero a 18 años, y la enfermedad cobra alrededor de 2 mil vidas anuales.
De acuerdo a información publicada por El Universal, mundialmente se incrementa cada día la incidencia de cáncer en edad pediátrica.
En la publicación se explica que la situación es aún más compleja ante el poco personal, que apenas llega a 237 especialistas y 420 oncólogos médicos certificados por el Consejo Mexicano de Oncología, según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El cáncer infantil, explican se trata de un problema de salud pública, de un padecimiento de alto impacto físico para el paciente, y también social, psicológico y económico.
María Guadalupe Cervantes Sánchez dijo que el diagnóstico de cáncer no es sinónimo de muerte, pero para reducir la mortalidad son fundamentales la detección temprana y la prevención.
La académica añadió que con los avances en la prevención, el diagnóstico temprano y los tratamientos, 60% de los pacientes adultos con la enfermedad viven más de 5 años.
Los cánceres más frecuentes y principal causa de muerte por ese mal son el de mama y el cervicouterino en mujeres, y de próstata y pulmón, en hombres.
Sumados ambos géneros, el número uno lo ocupa el de pulmón. En general, sus principales causas son el consumo de tabaco, la obesidad y virus como el de papiloma, aunque hay otros factores, como la genética. Del 10 al 15 por ciento tienen un origen hereditario.
Al hablar del cáncer en niños, Arreguín González expuso que la tasa de mortalidad en México es de alrededor de 5.3 por cada 100 mil habitantes, y en adolescentes la cifra se incrementa a 8.5. En estos últimos, se presenta el abandono del tratamiento, entre 5 y hasta el 50% de los casos; si así ocurre, el chico fallecerá.
Las 3 principales neoplasias en pediatría son leucemias (que representan la mitad de los casos), linfomas y los tumores del sistema nervioso central, indicó en el auditorio Dr. Alberto Guevara Rojas de la FM.
El cáncer infantil, acotó, es curable si se detecta a tiempo. Es importante acudir con el médico y las detección oportuna y referencia temprana son clave. Cuando un niño no juega o está cansado hay que llevarlo a revisar y tener una certeza en el diagnóstico.
Si el pequeño está pálido o presenta sangrados (puntos rojos o moretones en cualquier parte del cuerpo, en encías o nariz, no relacionados con golpes), pérdida de peso, ganglios aumentados de tamaño (en el cuello o axilas), presenta incremento de volumen en hígado y vaso (“pancita”), o en testículos en el caso de los varones, o registra fiebre que no cede con nada son señales de alerta y hay que acudir de inmediato al pediatra.
En nuestro país, abundó Farina Arreguín, la sobrevida global, es decir, cuántos niños se curan a 5 años, es de apenas 50%, pero podría aumentar hasta 80%, como ocurre en países avanzados.
Para ello se deben conjuntar factores como que los pacientes tengan acceso a un sistema de salud; que los médicos de primer contacto sospechen y detecten oportunamente la enfermedad; que envíen al paciente a un centro de referencia acreditado y que ahí reciba un tratamiento exitoso.
En la realidad, hoy pueden pasar hasta 105 días para que un paciente pase del primer al tercer nivel de atención, concluyó. Fuente: El Universal