El Gobierno mexicano comprará 521 mil toneladas de maíz blanco para proveer los graneros de abastecimiento que nutren a las zonas más pobres del país. La medida contribuirá también a que baje el precio de la tortilla, el alimento básico del país.
El organismo de Seguridad Alimentaria, Segalmex, está previsto dedicar la mayoría de estas toneladas de grano al programa de abasto rural mediante la adquisición de excedente de producción en Sinaloa, según reportó El País.
Asimismo, se destinarán 150 mil de ellas a la industria de la masa y la tortilla con el fin de apoyar en que ocurra una bajada de los precios.
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Mandato presidencial
La Secretaría de Agricultura intervino en línea con el mandato presidencial de proveer una reserva de 800 mil toneladas de maíz que frene la inflación. Asi se busca garantizar el alimento a más de 22 millones de personas que dependen del programa de abasto rural Diconsa.
La tortilla es, en situaciones de extrema pobreza, en la que se hallan millones de habitantes en México, el único sustento diario, quizá acompañada de un puñado de frijoles.
Entre diciembre de 2020 e inicios de 2021, con la pandemia de coronavirus en pleno vigor, los harineros amenazaron con una subida de los precios que puso sobreaviso al resto del sector al consumidor. El gobierno intervino para frenar el alza de los precios.
El precio promedio de un kilo de tortilla era de 16 pesos en 2021, tras arduas negociaciones gubernamentales se consiguió frenar el alza prevista. Pero no pasarían muchos meses sin que se rompiera el compromiso alcanzado.
Hace un año, el precio subió a 27 pesos, el más elevado desde 2017, con un incremento de un 6.5%. La culpa principal en ese momento fue la sequía.
Impacto a la canasta básica
En la actualidad, se ha documentado la subida de la canasta básica, con productos como el jitomate, el limón o el aguacate. Ahora se atribuyen otro factores como el alza de los fitosanitarios y otros insumos en la cadena de producción agrícola. La guerra en Ucrania tambien impactó el costos.
Hace apenas un par de semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, inició una campaña para que se produzca maíz, frijoles y otros alimentos de primera necesidad a nivel familiar, en un intento de rescatar esa soberanía productiva para eludir la dependencia de las importaciones.
Asimismo, a través de uno de los programas insignia de este gobierno, Sembrando Vida, con dos millones de beneficiarios actualmente. Dicho programa esta destinado a reforestar, sin embargo, el Gobierno planteó que se siembre maíz, arroz, trigo, frijoles en zonas desfavorecidas.
Estamos comprando el 80% de lo que consumimos y ahora vamos a tener problemas con el trigo, que está aumentando de precio. Tenemos que producir más y pensar en el autoconsumo
dijo el presidente.
La meta propuesta es invertir en fertilizantes para que los agricultores puedan aumentar “al doble o triple” lo que ahora cultivan.
La urgencia se centra en frenar los precios de la tortilla y contribuir al abasto de los más necesitados. Esto implica surtir más de 20.000 tiendas comunitarias por todo el país. Según la Secretaría de Agricultura, requieren en promedio 600.000 toneladas de maíz anuales.
Con la economía apenas saliendo de la crisis por la pandemia, no es recomendable que este producto tan fundamental de la dieta mexicana suba sus precios. Si así fuera, tendría un reflejo de inmediato en la inflación, alerta el Banco de México.
Los excedentes de Sinaloa, comprados con dinero público, buscan frenar la subida que, invariablemente, repercute en el consumidor.