Tras el confinamiento de 4 semanas en Shanghái, Pekín ha iniciado con compras de pánico. Temen que los casos de COVID se incrementen.
Compras de pánico en Pekín
Aunque solo se han detectado 70 casos en Pekín desde el viernes pasado, las noticias sobre los test masivos provocaron que muchos pekineses compraran cantidades enormes de alimentos y productos básicos.
Los supermercados y las plataformas de comercio electrónico prometieron aumentar su inventario y evitar el aumento de los precios de los productos básicos.
El diario progubernamental Global Times informó que los proveedores locales habrían asegurado que no había escasez de productos. Y que los precios de las materias primas se mantendrían estables.
Mientras Pekín toma medidas para minimizar un posible nuevo brote, las autoridades locales describen la estrategia actual como efectiva.
Lu Hongzhou, jefe del equipo de expertos antiepidémicos de Shenzhen, dijo al Global Times que los tests PCR a gran escala “ayudarán en gran medida a controlar la epidemia”.
Otros expertos piensan que las autoridades pekinesas parecen haber aprendido algunas lecciones de la experiencia en Shanghái.
“La cantidad de casos confirmados en Pekín el pasado fin de semana fue similar a los de Shanghái el 3 y 4 de marzo”. Comentó Xi Chen, profesor asociado de política y economía de la salud en la Escuela de Salud Pública de Yale. “Shanghai esperó 10 días para endurecer las medidas de salud pública y al final aplicó un confinamiento el 28 de marzo”, criticó.
Evitar situaciones como en Shanghái
Chen también advierte que se deberían evitar las terribles condiciones que experimentaron millones de personas en Shanghái. Esto después de que se aplicara un confinamiento sin previo aviso.
Algunos habitantes en Pekín dijeron a DW que hay gente en la ciudad que está a favor de la implementación de las medidas de control.
La gente no puede trabajar
“Actualmente, la gente no puede volver a trabajar, ni las fábricas a la producción, ni los estudiantes a la escuela. Y los que no tienen fuentes de ingresos estables, pueden enfrentarse a situaciones aún peores”, escribió un usuario en el sitio web chino Weibo.
Chen, de la Universidad de Yale, dijo a DW que los costos por la estrategia “cero covid” de China están aumentando sin cesar, y las restricciones, tras los brotes locales en Pekín, podrían crear más tensiones sociales y políticas que en otras partes de China.
“A diferencia de muchos países desarrollados, que han estado ayudando a las comunidades, empresas y familias a lidiar con la pandemia con programas de asistencia social, en China aún carecen de ellos”, explicó. “Por lo tanto, China tiene que hacer todo lo posible para eliminar la propagación del coronavirus a corto plazo, y evitar así que se produzcan problemas económicos y sociales más graves”.
Otros expertos creen que la variante ómicron es un dilema para el gobierno chino, que sigue apostando por la estrategia “cero covid”.
Según Chunhuei Chi, director del Centro para la Salud Global en la Universidad Estatal de Oregon EU:
“las medidas estrictas solo retrasan la propagación del virus, y si estos gobiernos solo se concentran todavía en contabilizar los casos, tendrán que continuar con la política de cero-COVID”
En más de COVID-19: Vacunación contra coronavirus para niños de 12 años en adelante.