Un proyecto internacional llamado i-plastic, en el que participa el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), concluyó que todas las especies acuáticas en las desembocaduras de los ríos del mar Mediterráneo y del océano Atlántico están contaminadas por microplásticos. Esta contaminación afecta especialmente a los moluscos debido a su capacidad para filtrar el agua.
Los ríos son una fuente significativa de contaminación por microplásticos y nanoplásticos en los océanos. La concentración de microplásticos es alta cerca de los centros urbanos a lo largo de los ríos y las salidas de las plantas de tratamiento de aguas residuales, siendo las microfibras la principal fuente de contaminación en los estuarios.
Los microplásticos representan una amenaza para los ecosistemas acuáticos al captar químicos nocivos, ingresar a la cadena alimentaria y acumularse en niveles tróficos superiores. De las especies bivalvas analizadas, como mejillones y ostras, el 85% y el 53%, respectivamente, habían ingerido microplásticos. Los peces marinos de los estuarios y las especies costeras también mostraron afectación.
La contaminación por nanoplásticos podría ser aún más problemática, ya que pueden atravesar membranas celulares y causar daños más significativos. La contaminación por microplásticos ha aumentado al mismo ritmo que la producción mundial de plásticos, triplicando las partículas depositadas en el fondo del mar desde el 2000.
Los investigadores destacan la necesidad de considerar la biorremediación, que utiliza organismos vivos para eliminar contaminantes, como una opción para reducir la polución en entornos marinos costeros.
Este estudio resalta la urgencia de abordar la contaminación por plásticos y la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para mitigar su impacto en los ecosistemas acuáticos.
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