La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha manifestado un apoyo rotundo a la propuesta del primer ministro de Ontario, Doug Ford, sobre la posible expulsión de México del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El debate sobre esta idea ha generado una gran controversia, ya que pone sobre la mesa una cuestión clave: la relación comercial entre los tres países de América del Norte y el impacto de las inversiones chinas, particularmente en el sector automotriz.
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Smith apoya la postura de Ford: “Mil por ciento” de acuerdo
La propuesta de Doug Ford de reconsiderar el T-MEC y, si es necesario, expulsar a México del pacto trilateral, ha ganado terreno en las últimas semanas, especialmente tras declaraciones de figuras políticas clave como Danielle Smith. En una entrevista reciente con el presentador David Cochrane, de Power & Politics, Smith expresó su firme apoyo a las palabras de Ford, afirmando que está “mil por ciento” en sintonía con lo que propone su colega de Ontario. La primera ministra de Alberta no dudó en señalar que el principal problema con México es su relación desigual con Estados Unidos, lo que, a su juicio, ha afectado negativamente a Canadá.
“El problema que tenemos con México es que no ha sido un socio en igualdad de condiciones con Estados Unidos”, afirmó Smith, quien también cuestionó las políticas de inversión de México en relación con China. La relación de México con el gigante asiático ha sido una fuente constante de preocupación para los líderes canadienses y estadounidenses, especialmente después de la creciente presencia de empresas chinas en el país vecino.
El temor por China: “Una puerta trasera” para productos chinos
El principal argumento de los defensores de la propuesta es la creciente influencia de China en el comercio de América del Norte, especialmente a través de México. Doug Ford fue el primero en lanzar la idea de un acuerdo comercial bilateral entre Canadá y Estados Unidos, similar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que estuvo en vigor hasta 1994. Ford ha expresado su preocupación por el hecho de que México se ha convertido en lo que él considera “una puerta trasera” para los automóviles, autopartes y otros productos chinos en los mercados canadienses y estadounidenses.
Ford acusó a México de no tomar medidas suficientes para bloquear las importaciones chinas y señaló que, si el país no adopta políticas más estrictas en cuanto a aranceles e importaciones, no debería disfrutar del acceso preferencial al mercado norteamericano. “Si México no iguala los aranceles canadienses y estadounidenses sobre las importaciones chinas, no deberían tener un lugar en la mesa”, declaró Ford, refiriéndose al acuerdo del T-MEC como una especie de “privilegio” que México podría perder si no se ajusta a las reglas comerciales más estrictas.
La amenaza de la inversión china en el sector automotriz mexicano
Una de las principales preocupaciones que ha alimentado este debate es la aparición de plantas automotrices de propiedad china en México. Empresas como el fabricante de vehículos eléctricos BYD han mostrado interés en establecer fábricas en el país para abastecer al mercado estadounidense. Esta situación ha generado inquietud en Washington, que teme que estas inversiones puedan dar lugar a una mayor infiltración de productos chinos en la región, afectando la competitividad de las industrias estadounidenses y canadienses.
Danielle Smith también se mostró preocupada por este escenario, señalando que la creciente inversión china en México podría tener un impacto negativo en el sector manufacturero de Estados Unidos y Canadá. “La inversión china en México está vaciando el sector manufacturero tanto en Estados Unidos como en Canadá”, advirtió la primera ministra de Alberta. Para ella, la única manera de abordar este desafío es adoptar un enfoque más centrado en una relación bilateral entre Canadá y Estados Unidos, evitando lo que considera los riesgos que representa México como socio comercial.
El futuro del T-MEC: ¿Un acuerdo trilateral o bilateral?
El T-MEC, que entró en vigor en 2020, es el acuerdo comercial trilateral que reemplazó al TLCAN. Sin embargo, su existencia está siendo puesta a prueba por estas tensiones entre sus miembros. El acuerdo debe ser revisado en 2026, lo que abre la puerta a posibles renegociaciones o cambios en las dinámicas comerciales. Ya durante la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, el entonces candidato prometió revisar el pacto, considerando que perjudicaba los intereses de Estados Unidos.
Para muchos, la propuesta de un acuerdo bilateral entre Canadá y Estados Unidos representa una solución más efectiva ante los desafíos actuales, especialmente aquellos relacionados con la competencia desleal proveniente de China. Danielle Smith ha señalado que este enfoque bilateral podría permitir a ambos países evitar los aranceles elevados y tener una relación más constructiva y beneficiosa a largo plazo. “Si podemos lograr un acuerdo bilateral, eso nos permitiría evitar los aranceles y tener una relación realmente constructiva con Estados Unidos”, comentó Smith.
Fuentes: Aristegui noticias
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