Cancùn.- Bajo el disfraz de “servicios de publicidad”, durante la administración del alcalde priista Paúl Carrillo de Cázares se invirtieron en promedio la cantidad de 295 mil pesos diarios para difundir tanto su imagen como las acciones de gobierno. Durante los últimos tres años, el presidente municipal de Benito Juárez pagó, por ejemplo, la cantidad de 51 millones de pesos Grupo Sipse, al que pertenecen el diario Novedades, Televisora de Cancún, Radiofónica California y Radio Cancún.
Los pagos a este consorcio de medios equivalen al presupuesto autorizado por el Congreso local a la Secretaría de Salud para el año 2016. Otro ejemplo del dispendio, es el caso del periódico Por Esto! que, a través de la empresa Publicidad Impresa del Sureste S.A. de C.V., facturó casi 32 millones de pesos al gobierno municipal de Paul Carrillo, eso sin contar la publicidad del gobierno estatal ni la donación de un terreno en Playa del Carmen con un valor comercial de más de 28 millones de pesos, en pago al apoyo a la campaña del derrotado priista Mauricio Góngora Escalante.
Tan pronto como Paul Carrillo asumió su mandato como presidente municipal de Benito Juárez, el dinero comenzó a fluir a carretadas y una veintena de medios firmó contratos millonarios a cambio de sus servicios de publicidad y promoción política.
Así periódicos como Respuesta, el Quequi y el Diario de Quintana Roo se vieron beneficiados con acuerdos comerciales con el gobierno de Paul Carrillo, quien durante su gestión firmó contratos con la Organización Editorial Millastro (editora de Respuesta) por 18 millones 656 mil pesos; con Organización Editorial del Caribe (editora del Quequi) por casi 18 millones de pesos y la Compañía Editorial del Sureste, editores del Diario de Quintana Roo por 6 millones 765 mil pesos.
En la cartera de medios de Paul Carrillo estaban casi todos los amigos, clanes familiares e incondicionales a las causas del PRI como quedó evidenciado durante la guerra sucia de las campañas para el proceso electoral del pasado 5 de junio en el que todos los medios al unísono se aliaron con el PRI para denostar a los candidatos de la alianza PAN/PRD encabezada por Carlos Joaquín González, quien a pesar de todos los obstáculos y ataques mediáticos resultó triunfador de las elecciones.
Otra de las beneficiadas fue la “periodista” Lilia Arellano Saldaña, quien a través de las empresas Mare Publicidad S.A. de C.V. y Render Digital Solution S.A. de C.V. facturó la cantidad de 8 millones de pesos. Los pagos millonarios por concepto de “convenios publicitarios” son contrastantes con el presupuesto destinado a los programas sociales y educativos. Tan sólo en el gobierno de Paul Carrillo se gastaron 323 millones 574 mil 98 pesos en publicidad a medios de comunicación.
Esa cantidad millonaria es equivalente al presupuestado autorizado por el Congreso durante 2016 a las siguientes dependencias del gobierno estatal: Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, presupuesto autorizado en 2016 de 86 millones 567 mil 714 pesos; Secretaría de Turismo 79 millones 303 mil 148 pesos; Secretaría de Salud 54 millones 40 mil pesos; Órgano Técnico Implementador del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio con presupuesto de 900 mil pesos de presupuesto y el presupuesto autorizado para el presente año al Instituto para el Desarrollo y Financiamiento del Estado de un millón 323 mil 70 pesos.
En otros términos lo que gastó Paul Carrillo en publicidad política es equivalente al presupuesto de la Secretaría de Salud en 6 años conforme a lo autorizado a esta dependencia estatal en 2016.
De ese tamaño es el gasto en medios que se hizo durante la administración de Paul Carrillo que lo mismo firmó contratos con TV Azteca por casi 20 millones de pesos que con publicaciones como el diario La Verdad y el despacho Canaball Wall Abogados por 12 millones 380 mil pesos o el dueto Talina and Jonathann editores de Contrapunto que facturaron la cantidad de 6 millones 227 mil pesos por servicios de información.
Con el PRI los medios de comunicación optaron por ser un negocio político, se convirtieron en actores políticos, la calidad de la información no les interesó y se fueron quedando sin credibilidad, todo gracias a que los gobiernos priistas municipales y estatal tuvieron obsesión por lo mediático despertando pasiones excesivas y perversas por parte del poder con medios a su servicio que mal informan, mienten y omiten.
Fuente: Luces del siglo