El cobro de cuotas al interior de la Dirección de Tránsito del municipio de Benito Juárez no es nada nuevo, por lo menos cuatro administraciones han pasado en donde se ha utilizado como una “caja chica” para el propio Ayuntamiento, quien, de hecho, también se beneficia con estos cobros debidos o indebidos.
Dichos cobros son requeridos por la propia Contraloría Municipal, que pide a la Dirección de Tránsito, una “cuota” semanal, para solventar algunos gastos del Ayuntamiento, no importando en que forma sean obtenidos, principalmente, de infracciones, dinero que entra directamente a las arcas municipales.
Y es que, desde la administración de Paul Carrillo de Cáceres, la Contraloría ha pedido que los agentes de Tránsito cumplan con una cuota de al menos 15 infracciones diarias, por elemento y por turno, es decir, que, si sumamos que hay 20 elementos por turno, habría 600 boletas de infracción al día.
Aunado a esta “cuota”, los elementos siempre han tenido que cumplir con la mal llamada “40”, que es una dádiva ofrecida a los altos mandos, misma que es utilizada para tener un día libre, un puesto clave dentro de la Dirección o simplemente para evitar ser puestos “pie tierra”, ya que esto provocaría que dejaran de tener una entrada de dinero extra.
Un agente promedio de esta dependencia, gana un sueldo neto de 3 o 4 mil pesos y la oportunidad de generar más dinero, en casi todos los casos, será aceptada sin miramientos.
Si bien, esta administración puede no estar utilizando ese recurso, lo que es verdad es que estas malas “mañas” son parte del día a día de la corporación.
Esta recolecta de dinero no se realiza sólo en el área de motopatrullas o patrullas, pues, también se ve mucho más en el área de Peritos, a quienes de igual forma, les cobran una cuota diaria para evitar ser removidos de sus puestos.
Se han documentado casos de elementos ya conocidos que fueron denunciados por “perder” un choque, por hasta 40 mil pesos, choque en los que principalmente se vieron involucrados ciudadanos que presentaba aliento etílico.
¿Cómo se divide el pastel?
Si el conductor presentaba aliento etílico en el percance automovilístico, los 40 mil pesos se repartirían de la siguiente forma: 10 mil para el coordinador de Peritos, el resto, iría para los altos mandos, y el elemento solo con una parte mínima de esta ganancia.
Otra área de oportunidad para los agentes son las áreas de revisión de camiones, pues reciben “moches” de hasta 30 mil pesos para permitir a una unidad pesada, transitar en horarios no establecidos o sin permiso para circular.
Este dinero es pagado sin miramiento, pues, es mejor dar este dadiva que perder el producto o un día de entrega.
¿Culpable el elemento o el alto mando?
Esa sería una respuesta difícil de responder, si bien es una “tradición” que se ha mantenido de administración en administración, es una realidad que los elementos actúan bajo orden y no sólo de los altos mando de la corporación, pues, también las instrucciones vienen de más arriba.
Utilizan a la corporación como arma política, incluso para conseguir votos
En cada administración, existen personajes, políticos o empresarios, que gracias su vínculo con el Ayuntamiento, han utilizado a la corporación a su antojo e incluso también se llenan las manos de ganancias.
Estos personajes han logrado sangrar considerablemente a la Dirección, pues, incluso la han utilizado para recolectar recursos para campañas políticas, además de prometer condonaciones de infracciones o de multas, para conseguir un voto.
Al ser una dependencia con gran cantidad de elementos que llevan varios años en la corporación, muchos de ellos, para buscar un mejor puesto, la han utilizado como trampolín electoral para conseguir un mejor puesto, entonces, “mueven” a su gente para votar por su “gallo”, prometiendo puestos y mejores salarios.
Este enfrentamiento entre “politicismo” provoca que, en días electorales, los elementos que pertenecen a otros partidos políticos sean enviados a comunidades alejadas.