San Juan, Puerto Rico.- Gran parte de la isla caribeña de Barbados suspendió las actividades ayer y los habitantes comenzaron a tomar precauciones, mientras la tormenta tropical Dorian se acercaba a la región y se fortalecía, amenazando con convertirse en un huracán que, según los meteorólogos, podría afectar Puerto Rico y países vecinos en los próximos días.
La primera ministra de Barbados Mia Mottley ordenó suspender las clases y cerrar las oficinas gubernamentales a lo largo y ancho de la isla, y también pidió a la gente permanecer en interiores.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió una alerta de tormenta tropical para Barbados, Santa Lucía, y San Vicente y las Granadinas.
También emitió el aviso para Dominica, Martinica, Granada, Saba y San Eustaquio.