Chetumal.- Con machete e instrumentos de labranza en mano, un grupo de ejidatarios de Calderitas intentó invadir un terreno de 20 hectáreas, ubicado cerca de la sabana de Chetumal.
El inmueble pertenece a un particular, cuyo representante legal se apersonó al lugar, donde fue increpado por los supuestos invasores y anticipó acciones legales en su contra.
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El hecho ocurrió en la zona posterior a la Colonia Nuevo Progreso, en la sabana de Chetumal.
Desde temprano casi 40 individuos, con machetes, picos y hachas, rompieron la cerca del lugar y comenzaron a desmontar en el lugar, lo cual fue suspendido por la presencia de autoridades de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
El grupo invasor fue dirigido Alejandro Briceño y Ernesto Cobos, los cuales además de destruir la malla, amenazaron con acciones más fuertes en caso de no dejarles ocupar el predio.
El representante legal del propietario del terreno, Julián Valdez, manifestó contar con la documentación que acredita la posesión del lugar desde el año 1993.
Indicó que esta acción tiene otros fines, menos la defensa del patrimonio del Ejido de Calderitas, pues “los cabecillas” del movimiento se negaron a acudir a las asambleas para formalizar la posesión del terreno. Y aún continúan con esa postura.
“Se les invitó a los señores a que antes que se introdujeran acudiéramos a los tribunales si creen tener un derechos que defender ante las autoridades pertinentes, pretenden crear una anarquía y pasarse lo que dice la ley por el arco del triunfo, ya estaba cercado todo el perímetro propiedad de mi representado”, sostuvo.
Pero anticipó que procederá legalmente en contra de los responsables, pues existe flagrancia en la comisión de un delito.
“Quieren destruir para fraccionar y vender lotes, lo cual es un delito y más adelante crearán un problema al Gobierno del Estado pues le obligarán a dotarles de servicios”, denunció.
Reiteró el exhortó a los inconformes a acudir a los órganos impartidores de justicia en esta materia, pero no tuvo respuesta.
Los supuestos invasores insistieron en que el terreno les pertenece y no existe ningún posesionario, por lo cual le defenderán por los medios necesarios, inclusive mediante la fuerza.
Un grupo de ellos quedó afuera del terreno para “resguardarle”. Herlindo Vázquez