En un ambiente cargado de simbolismo y reivindicación de los derechos de los pueblos originarios, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) celebró con gran solemnidad y participación la conmemoración de su 30 aniversario desde el histórico levantamiento armado en Chiapas, México. La celebración tuvo lugar en el caracol Dolores Hidalgo, Ocosingo, donde convergieron cientos de simpatizantes del movimiento zapatista, así como familiares y amigos de milicianos caídos en los últimos 30 años.
El vocero del EZLN, conocido como Moisés, destacó la importancia de dos principios fundamentales para el movimiento: la propiedad común del pueblo y la autogestión. En su discurso, Moisés enfatizó que la propiedad debe pertenecer al pueblo y ser gestionada de manera colectiva, rechazando la lógica del neoliberalismo que ha impactado negativamente a las comunidades indígenas en México. Asimismo, subrayó la necesidad de que el pueblo se gobierne a sí mismo, desafiando la concepción de que las decisiones deben ser impuestas desde arriba.
“No hay más que dos cosas: que la propiedad debe ser del pueblo y común; y que el pueblo tiene que gobernarse en sí mismo”, declaró Moisés durante la celebración. Estas palabras resumen la lucha histórica del EZLN por la justicia social, la autonomía y la dignidad de los pueblos indígenas.
Durante la conmemoración, se erigió un altar conmemorativo de 10 metros de longitud, adornado con velas, flores y retratos de milicianos que perdieron la vida en los últimos 30 años. Este gesto simboliza la “guerra contra el olvido” que el EZLN ha llevado a cabo para recordar a aquellos que han sacrificado sus vidas en la lucha por la justicia y la dignidad.
Juan Villoro, destacado escritor y periodista mexicano, señaló la influencia del zapatismo en la cultura mexicana y mundial. Destacó que el EZLN ha puesto en la mesa de la modernidad el tema indígena y ha demostrado que es posible construir formas alternativas de organización social y política. Villoro elogió las lecciones que el zapatismo ofrece, desde la ética en la construcción de una policía hasta la participación colectiva en la toma de decisiones.
En este contexto, la celebración del EZLN también enfrenta desafíos significativos. La región de Chiapas ha experimentado recientemente una nueva ola de violencia del crimen organizado y desplazamiento forzado. El EZLN denunció la presencia de cárteles como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que han provocado una crisis social y de seguridad en la región. La disputa por el territorio y los cargos ha llevado a la desaparición de los “Municipios Autónomos Rebeldes” y el cierre de centros culturales.
A pesar de estos desafíos, la celebración del EZLN resalta la resiliencia y la persistente lucha por la autonomía, la justicia y la dignidad de los pueblos indígenas en México. El movimiento zapatista continúa siendo un referente importante en la defensa de los derechos humanos y la construcción de alternativas frente a las inequidades del sistema. El aniversario de su levantamiento armado es un recordatorio de su legado y de la importancia de seguir luchando por un mundo más justo y equitativo.
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