Nos ocuparemos hoy de un tema que es motivo de gran preocupación, el crimen organizado. Cárteles que además del tráfico de drogas cuentan con otros “negocios”: secuestros, extorsión, tráfico de migrantes, trata de personas, narcomenudeo, entre otros, aunque de ellos no hay cálculos oficiales.
En 2018, una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que la industria criminal genera cada año ingresos brutos por un estimado de 600 mil millones de pesos, es decir, aproximadamente 33 mil 165 millones de dólares (USD).
Cada año entran a México, desde Estados Unidos, entre US$19.000 y US$29.000 millones producto de actividades ilícitas, especialmente el tráfico de drogas.
¿Dónde está ese dinero, que equivale a entre 2% y 3% del PIB nominal del país?
Una parte de los recursos vuelven a Estados Unidos o se transfieren a paraísos fiscales.
Hasta ahora, no se ha determinado con exactitud el destino del dinero generado por el narcotráfico, aunque en algunos casos sirve para mantener con vida la economía de regiones enteras, explica el investigador José María Ramos, del Colegio de la Frontera Norte (Colef). “Ha sido un factor, entre otros, que ha permitido que las crisis económicas no sean de mayor impacto en comunidades fronterizas y del centro y sur del país”, dice en conversación con BBC Mundo.
Por otro lado, Carlos Antonio Flores Pérez, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), señaló en entrevista a Contralínea que con estas ganancias los cárteles compran arsenales, casas de seguridad, corrompen a policías, políticos y al poder judicial.
En cuanto al lavado de dinero, recientemente el gobierno mexicano estableció un nuevo programa para combatirlo. La estrategia contempla, por ejemplo, limitar a 100.000 pesos, unos US$7.000, las compras en efectivo de autos, casas, joyas o aviones, así como establecer un tope de US$14.000 mensuales en los depósitos para las empresas, lo que evidentemente no es suficiente.
Pero lo realmente asombroso es lo que publicó la revista Science en el que afirma, que el crimen organizado ya es el quinto empleador de México. Afirma que cerca de 175 mil mexicanos decidieron formar parte de organizaciones delictivas, entre ellas los cárteles del narcotráfico.
Qué hacer ante una situación que se torna desesperante, algunos analistas recomiendan seguir la ruta del dinero y, mediante inteligencia financiera detectar a los grandes lavadores de dinero, seguramente vinculados a importantes empresarios, banqueros, empresas de bienes raises, etc., otros afirman que no contamos con eficientes sistemas de inteligencia que detecten la complicidad de servidores públicos con el crimen organizado.
Son estas algunas de las líneas a seguir, pero también sin duda a creación de una política internacional que coordine acciones, en especial con los mayores consumidores de droga y debatir sobre la legalización de las drogas en todo el continente.