Hace un año, el magnate Elon Musk adquirió Twitter, una de las redes sociales más influyentes del mundo. Esta unión ha estado marcada por una serie de cambios drásticos que han impactado significativamente la plataforma. A un año de la compra, se puede resumir la transformación en una serie de cifras llamativas: un descenso del 90% en el valor de la empresa, una reducción del 80% en su plantilla, una disminución del 50% en los ingresos publicitarios y un cambio de nombre a “X”.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk se cerró en octubre de 2022, con un valor de 44 mil millones de dólares. La plataforma dejó de cotizar en bolsa como resultado de esta adquisición, lo que ha llevado a que las cuentas de Twitter ya no sean accesibles al público. Musk ha revelado que “X” tiene un valor aproximado de 4 mil millones de dólares y emplea a alrededor de 1,500 personas, un tercio de las cuales son ingenieros.
La gestión de Elon Musk en Twitter ha estado marcada por la lucha contra la falta de moderación de contenidos dañinos y las políticas de moderación de la plataforma. Esta lucha ha llevado a que muchos anunciantes huyan de la plataforma, lo que ha resultado en una disminución significativa de los ingresos publicitarios.
Elon Musk ha argumentado que los cambios son necesarios para garantizar la libertad de expresión y para mejorar la situación financiera de la plataforma. Ha destacado que algunos anunciantes han regresado a Twitter, pero los datos muestran que los ingresos publicitarios en EE. UU. han disminuido mes a mes desde la adquisición de Musk.
Uno de los cambios más polémicos introducidos por Musk fue el lanzamiento de “X Premium” (anteriormente conocido como Twitter Blue), un modelo de suscripción que permite a los usuarios comprar un símbolo de verificación. Aunque cuenta con cerca de 828,000 suscriptores, representa solo alrededor del 0.15% de los 550 millones de usuarios mensuales de la plataforma.
El enfoque de Musk en la eliminación de “bots” y la desinformación también ha sido evidente en los cambios en la plataforma. Se han introducido medidas para frenar la desinformación y el contenido dañino, pero estas han generado controversia y han llevado a una investigación por parte de las autoridades europeas bajo la nueva ley de Servicios Digitales.
En resumen, la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk ha llevado a una transformación significativa de la plataforma, con cambios en el nombre, la plantilla, los ingresos y la política de contenidos. Aunque Musk argumenta que estos cambios son necesarios, la plataforma enfrenta desafíos continuos relacionados con la moderación de contenidos y la retención de anunciantes. La evolución de Twitter bajo la dirección de Musk será un tema importante a seguir en los próximos años.
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