Los talibanes comunicaron a Naciones Unidas que prohíben el trabajo a todas las afganas que emplea en el país, lo que calificó la organización como inaceptable e inconcebible.
Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU indicó que está buscando más claridad sobre esta decisión e indicó que el veto se extendería a todo Afganistán y no solo a una provincia.
Dujarric señaló que están previstas reuniones mañana en Kabul con las autoridades correspondientes para aclarar los detalles, mientras evalúa su posible impacto, pero dejó claro que, sin mujeres, Naciones Unidas no podrá seguir asistiendo a la población del país como lo viene haciendo.
El portavoz indicó:
Las mujeres de nuestra plantilla son esenciales para que Naciones Unidas suministre ayuda vital
Asimismo, subrayó que este veto no sólo viola los derechos fundamentales de las mujeres sino que complica que continúe el trabajo de la organización sobre el terreno.
Recordó que dada la sociedad y la cultura en Afganistán hacen falta mujeres para dar ayuda a las mujeres, que están entre las más amenazadas por la enorme crisis humanitaria.
António Guterres, secretario general de la ONU condenó la prohibición decretada por los talibanes a través de su cuenta de Twitter e indicó que si no se da marcha atrás, socavará inevitablemente la capacidad para suministrar ayuda vital a las personas que la necesitan.
Las empleadas de la ONU eran unas de las pocas a las que se seguía permitiendo trabajar, después de que los talibanes prohibieran en diciembre la labor de mujeres en ONG nacionales o internacionales.
De acuerdo con los datos de la ONU, entre un 30 % y 40 % del personal de organizaciones humanitarias que entrega, gestiona, controla o evalúa la necesidad de asistencia son mujeres.
Dujarric dijo que actualmente la organización tiene a algo menos de 4 mil personas trabajando en Afganistán, de las que unas 3 mil 300 son originarias del país y 600 personas de otras naciones.
De las nacionales, unas 400 son mujeres, mientras que entre las internacionales lo son alrededor de 200.
Fuente: Latinus