Activistas y albergues en la frontera norte de México se preparan para una posible nueva oleada migratoria después de que el Gobierno mexicano y el de Estados Unidos llegaran a un acuerdo para procesar solicitudes de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que se encuentran en territorio mexicano.
El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, emitió un comunicado en el que anunciaba el pleno apoyo a un espacio internacional multipropósito que el Gobierno de México planea establecer en el sur del país para ofrecer opciones de refugio y trabajo a personas vulnerables que están en México. Además, Estados Unidos se comprometió a aceptar referencias de reasentamientos de refugiados de personas calificadas de los mencionados países que ya se encuentran en México.
La noticia dio esperanzas a los migrantes que están esperando cruzar la frontera en Ciudad Juárez, como el guatemalteco Ángel Lobos, quien lleva un mes esperando su cita. Sin embargo, activistas y albergues advierten que estas medidas podrían acelerar la llegada de más migrantes y aumentar la presión en la frontera.
La expiración del Título 42 de EE. UU., que expulsaba de manera inmediata a migrantes con el argumento de la pandemia, ha llevado a un aumento en la migración irregular de familias que viajan juntas. Aunque los encuentros irregulares de migrantes cayeron en un 50% entre mayo y junio, aumentaron un 36% entre junio y julio, según informó la canciller mexicana, Alicia Bárcena.
El director del albergue el Buen Samaritano de la Iglesia Metodista de México, Juan Fierro, señaló que las medidas están bien intencionadas, pero podrían ocasionar una nueva ola de migrantes con la intención de cruzar a Estados Unidos. El albergue ya ha experimentado un aumento en el número de personas alojadas y advierte que la situación podría convertirse en un caos en la frontera.
La noticia ha generado esperanzas entre los migrantes que esperan obtener una cita para ingresar a Estados Unidos de manera legal, como el caso del venezolano José Amaro, quien ve con optimismo la posibilidad de obtener un pase gracias al acuerdo entre ambos países.
La situación sigue siendo incierta y tanto activistas como albergues están preparados para enfrentar el posible aumento en la llegada de migrantes en los próximos días.
Para seguir leyendo: La lucha contra la trata de personas en México: avances y desafíos