Con solo 18 y 16 años, Analí Guadalupe Vargas Jiménez y María Fernanda Ayil Hau, estudiantes del Conalep 3 en Cancún, fueron seleccionadas para representar a México en la Genius Olympiad 2025, una de las ferias científicas más relevantes a nivel internacional. Su participación se dará en la categoría de robótica, en una competencia que se celebrará del 9 al 13 de junio en Rochester, Nueva York.
Ambas jóvenes estudian la carrera técnica en Mantenimiento de Motores y Planeadores, en un campo históricamente dominado por hombres. Su inclusión en esta competencia internacional no solo representa un logro académico, sino también un desafío a estereotipos de género, y una muestra del talento joven que surge desde las escuelas públicas mexicanas.
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Desafío económico y logístico
Además del reto técnico, las estudiantes enfrentan una carrera contra el tiempo para recaudar los fondos necesarios que les permitan viajar. La fecha límite para cubrir gastos como inscripción, alojamiento, pasajes aéreos y trámites migratorios es el 29 de abril. Para ello, han organizado rifas, ventas de comida y han abierto canales de donación como GoFundMe, transferencias bancarias y Mercado Pago.
Actualmente, venden antojitos en la avenida Kabah de Cancún, y entre sus productos destacan la cochinita pibil y tacos preparados con el sazón de sus madres, quienes también las acompañarán como tutora y coach en el viaje. Con el monto reunido, deberán trasladarse a Mérida para tramitar la visa estadounidense, y planean hacer escala en Toronto para reducir costos del vuelo a Nueva York.

Tecnología con propósito ambiental
El proyecto con el que competirán se llama Genie Restorator y fue seleccionado por la academia Robótica México, organización que coordina la representación nacional. Su robot tiene funciones específicas: recolecta agua, realiza tareas de reforestación, recoge escombros y los clasifica para reciclaje. Además, cumple con parámetros de velocidad e inteligencia artificial.
Como parte de los requisitos, las jóvenes entregaron un video en inglés presentando al equipo, otro mostrando el funcionamiento del robot y un libro de ingeniería detallando el desarrollo técnico del proyecto. El robot principal fue bautizado como Frank Sinatra, un nombre que surgió espontáneamente entre las integrantes del equipo.
Inspiración para otras generaciones
Analí y María Fernanda buscan dejar huella más allá del ámbito tecnológico. Su objetivo es ser un referente para niñas y adolescentes que deseen incursionar en la ciencia, la tecnología y la ingeniería, sin importar su género ni origen social. “Queremos demostrar que sí se puede llegar lejos, incluso si eres mujer, joven y vienes de una escuela pública”, comparten.
Ambas se inspiran en figuras como Katya Echazarreta, la primera astronauta mexicana; Ada Lovelace, pionera de la programación; y Marie Curie, referente mundial en investigación científica. Quieren, con su ejemplo, motivar a otras jóvenes a explorar carreras científicas y romper los moldes que aún persisten en muchos espacios educativos y laborales.
Rompen moldes desde el aula
Estudian en un programa técnico enfocado en aviación, donde aprenden desde mecánica de motores hasta principios de electromagnetismo. Su rutina diaria incluye lectura de manuales técnicos en inglés, prácticas con avionetas reales y elaboración de reportes. Esa formación ha despertado en ellas el deseo de estudiar Ingeniería Aeroespacial o Mecánica, carreras que no se imparten en su estado.

Las dos aspiran a obtener becas para estudiar en la UNAM o en la Universidad Aeronáutica de Querétaro. Sueñan con trabajar en agencias espaciales, diseñar vehículos de exploración o contribuir a la industria aeronáutica nacional.
La idea que encendió todo
El interés por la robótica comenzó hace un año, cuando Analí participó en un torneo interno del Conalep. Motivada por su experiencia, su madre la inscribió en una academia especializada, la cual mantiene vínculos con la Genius Olympiad. Al necesitar un equipo, invitó a su compañera María Fernanda a unirse. “Nunca dudé, fue un sí inmediato”, relata María Fernanda.
Desde agosto han trabajado intensamente en su proyecto. El 5 de abril fueron notificadas como finalistas junto a otros equipos de México, entre ellos uno de Playa del Carmen. Sin embargo, Team Nova X, como se hacen llamar, es el único equipo integrado por mujeres.
Pensando en un futuro sostenible
El interés por la robótica va más allá del presente. Analí y María Fernanda imaginan un mundo donde las máquinas contribuyan a solucionar problemas ambientales, como el exceso de basura o los microplásticos en los océanos. “Si se va a necesitar gente que limpie el mundo, queremos ser pioneras”, dicen.
Además, sueñan con impulsar la industria aeronáutica mexicana. A pesar de las restricciones impuestas por tratados internacionales que limitan la fabricación de aeronaves en el país, ambas creen que el futuro abrirá oportunidades para quienes estén preparadas. “Podemos ser la primera generación de ingenieras que diseñe aviones hechos en México”, afirman con convicción.
Apoyo comunitario, clave para su participación
Las jóvenes reconocen el apoyo de sus familias y profesores, pero apelan también a la solidaridad de la comunidad, empresas y autoridades locales para poder representar a México en esta feria internacional. La falta de recursos no ha detenido su preparación, pero sin apoyo financiero, su participación podría quedar en pausa.
Con determinación y pasión, buscan cumplir su sueño de competir y demostrar que la ciencia y la tecnología también tienen rostro femenino y mexicano. Su historia es prueba de que el talento no conoce fronteras ni estereotipos, solo necesita una oportunidad para brillar.
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