Ethel Kennedy, viuda del icónico político estadounidense Robert F. Kennedy, falleció el pasado jueves a los 96 años debido a complicaciones derivadas de un derrame cerebral. Su muerte marca el fin de una era para la familia Kennedy y un capítulo significativo en la historia del activismo por los derechos humanos en Estados Unidos.
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Una Vida Dedicada a la Justicia
Nacida Ethel Skakel el 11 de abril de 1928 en Chicago, Ethel fue una figura central en la lucha por la justicia social. Se casó con Robert F. Kennedy en 1950, un abogado y político que se convertiría en senador por Nueva York y en candidato presidencial. La vida de Ethel cambió drásticamente tras el asesinato de su esposo en 1968, un evento que la marcó profundamente y que la impulsó a dedicar su vida a causas sociales y derechos humanos.
Ethel no solo fue madre de once hijos, sino también una feroz defensora de los ideales que su esposo promovía. En 1968, tras la tragedia, fundó el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos, una organización dedicada a continuar el trabajo de su marido en la defensa de los derechos civiles y la justicia social.
La Herencia Familiar
El legado de Ethel Kennedy se extiende más allá de su vida personal. Deja atrás una familia unida que incluye a sus nueve hijos, 34 nietos y 24 bisnietos. En un emotivo mensaje publicado en X, su nieto Joe Kennedy III, excongresista de Massachusetts, recordó a su abuela como una “católica devota” que tenía una “comunión diaria”. Esta espiritualidad fue un pilar en su vida y, según Joe, le brinda consuelo el saber que Ethel se ha reunido con el amor de su vida, Robert F. Kennedy.
Reconocimientos y Legado
Ethel Kennedy fue reconocida a nivel nacional por su compromiso con diversas causas sociales. En 2014, el entonces presidente Barack Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil en Estados Unidos, en reconocimiento a su dedicación a la justicia y la equidad. Esta distinción subraya no solo su trabajo, sino también el impacto duradero que tuvo en la sociedad estadounidense.
A lo largo de los años, Ethel participó activamente en campañas por los derechos civiles, la igualdad de género y la justicia ambiental. Su trabajo ha sido un faro de esperanza y un ejemplo para muchos activistas contemporáneos.
Encuentros que Cambiaron Su Vida
Ethel y Robert se conocieron en un resort de esquí en 1945, cuando él salía con su hermana mayor, Patricia. Desde ese momento, su conexión fue innegable. Se casaron en 1950 y dieron la bienvenida a su primera hija, Kathleen, al año siguiente. Juntos, formaron una familia que se convertiría en símbolo de la política y la filantropía en Estados Unidos.
Robert F. Kennedy fue un ferviente defensor de los derechos civiles y un crítico del racismo y la pobreza. Su asesinato en 1968 fue un golpe devastador para Ethel y para el país. Sin embargo, en lugar de sucumbir al dolor, Ethel se convirtió en una voz poderosa en la lucha por la justicia.
Desafíos Personales y Públicos
Ethel enfrentó numerosos desafíos tras la muerte de su esposo. Criar a once hijos sola no fue tarea fácil, pero su resiliencia y dedicación fueron fundamentales para mantener unida a la familia. A pesar de las dificultades, logró inculcar en sus hijos los valores de justicia y compasión que definieron su vida.
Seis semanas antes de su fallecimiento, su hijo Robert F. Kennedy Jr. había terminado su campaña electoral y se posicionó a favor del candidato republicano Donald Trump. Esta decisión política en la familia Kennedy subraya las tensiones y los cambios que han afectado a la prominente dinastía política en las últimas décadas.
Un Tributo a Ethel
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a muchos, tanto dentro como fuera de su familia. El legado de Ethel Kennedy perdurará a través de sus hijos y el trabajo que realizaron juntos en diversas causas. Su vida ha sido un testimonio de la lucha por los derechos humanos y una inspiración para futuras generaciones.
Los funerales y tributos están previstos, y su familia ha expresado su deseo de honrar su vida de manera que refleje sus valores y su compromiso con el bien común. El mundo ha perdido a una mujer excepcional, cuya vida estuvo marcada por el amor, la compasión y el activismo incansable.
Fuentes: Aristegui noticias
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