Cancún.- En exigencia a respetar al medio ambiente y tomar en cuenta la opinión de los cancunenses respecto a su futuro, decenas de personas y familias completas formaron una cadena humana este domingo en playa Delfines.
Fue a las 2 de la tarde, cuando se inició la protesta por la construcción del hotel Gran Solaris Cancun en un predio aledaño al también conocido como “El Mirador”, sitio icónico de este destino turístico.
La cadena humana integrada por niños, niñas, adultos, académicos, ambientalistas, universitarios, profesionistas, amas de casa, tenía como propósito exigir que se frene este proyecto que a pesar de que “dañará irremediablemente ambientalmente el lugar” es avalado, protegido y promovido por el gobierno municipal del verde ecologista Remberto Estrada Barba.
Diana Carolina, una joven universitaria y una de las promotoras de esta manifestación pacífica, recordó que “hace pocos años en Cancún teníamos muchos accesos a la playa y ahora sólo tenemos ocho, con pasillos de unos pocos metros” convirtiéndose playa Delfines en “la única con un acceso y vista grande y está bajo amenaza, porque este es el primero, pero vendrán más construcciones si no lo detenemos”.
Adicionalmente la ambientalista Katerine Ender Córdova, presidenta del Movimiento Social en Pro de los Derechos del Pueblo, reunió firmas en contra de este proyecto y explicó que está por ingresar un amparo para frenar los trabajos.
Además explicó que las denuncias interpuestas ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría General de la República no generó ninguna medida preventiva para la obra, que se presume originó la muerte de más de mil tortugas.
“La Profepa dio a conocer esta información en su portal de noticias, pues pidieron un reporte a la Dirección de Ecología que no ha concluido”, señaló. “Están las evidencias de cómo trabajaban a pocos metros del corral y todavía hay martilleo y maquinaria pesada. Hay 20 nidos sin eclosionar y apostamos que hay daños”:
La activista reprochó al presidente municipal por decir que en la zona no hay vegetación, cuando es ecosistema de duna costera, con vegetación baja, utilizada por aves migratorias, en un hábitat a pocos metros de la Laguna Nichupté, protegida. Información Agencia SIM