La Dirección de Servicios Públicos de Cancún ha identificado 90 puntos en la ciudad que presentan riesgo constante de encharcamientos e inundaciones. Estos lugares, conocidos como “focos rojos”, requieren la instalación urgente de pozos de absorción para mitigar los problemas derivados de las lluvias.
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Inundaciones en zonas clave de Cancún
Antonio de la Torre Chambé, titular de la Dirección de Servicios Públicos, explicó que aunque algunas áreas ya cuentan con pozos, estos no son suficientes para hacer frente a las lluvias, especialmente en la zona centro. Señaló que los pozos existentes en esta área tienen una profundidad insuficiente, lo que provoca que el agua no se absorba adecuadamente.
“Planeación está haciendo el paquete, nosotros lo que estamos dando son los puntos o focos rojos donde tenemos encharcamientos constantes o no se va el agua”, explicó de la Torre. La falta de infraestructura para el manejo de aguas pluviales en estas zonas ha generado problemas recurrentes durante la temporada de lluvias.
Áreas con mayor riesgo de inundación
Uno de los puntos críticos que mencionó de la Torre fue el cruce de la avenida 20 de Noviembre con la avenida Niños Héroes, un lugar conocido por los encharcamientos que se producen con cada lluvia intensa. Además, la región 77 se encuentra entre las áreas más afectadas, ya que, al ser una zona baja, los pozos de absorción existentes no son suficientes.
Otra área problemática es la José López Portillo, rumbo a Puerto Juárez. En este caso, la acumulación de agua es constante, lo que ha obligado a las autoridades a buscar nuevas soluciones para evitar los encharcamientos.
Además, en la Supermanzana 3, cerca de la avenida Uxmal, se ha planteado la necesidad de construir un “megapozo”. Este pozo de mayor capacidad se considera necesario para controlar mejor el volumen de agua que se acumula en la zona durante las lluvias intensas.
Problemas de infraestructura en el norponiente de la ciudad
La situación no es diferente en el norponiente de Cancún, en los fraccionamientos Tierra Maya y Paraíso Maya. Aquí, los pozos existentes tienen una profundidad de entre 7 y 12 metros, lo que no es suficiente para absorber el agua de las lluvias fuertes. Los residentes de estas zonas han reportado problemas recurrentes de inundación, lo que ha llevado a las autoridades a considerar nuevas intervenciones.
De acuerdo con Antonio de la Torre, es urgente que se construyan pozos de mayor profundidad en estos fraccionamientos para garantizar que el agua sea absorbida de manera eficiente. De lo contrario, los encharcamientos seguirán siendo un problema constante en estas áreas.
Medidas a tomar para mejorar la situación
El gobierno local ha tomado cartas en el asunto al identificar estos puntos críticos y trabajar en su solución. La Dirección de Servicios Públicos ha colaborado con el área de Planeación para desarrollar un paquete de acciones que permita abordar los problemas de drenaje en Cancún.
Se prevé que la construcción de nuevos pozos de absorción sea una de las principales medidas para aliviar las inundaciones. Sin embargo, este proceso requerirá tiempo y recursos. Las autoridades están en proceso de determinar la viabilidad técnica y económica de cada intervención, así como los plazos de ejecución.
Un enfoque integral para el manejo de aguas pluviales
A pesar de las dificultades, las autoridades están buscando una solución integral para mejorar el manejo de las aguas pluviales en Cancún. En este sentido, se está evaluando la posibilidad de modernizar la infraestructura existente y de construir nuevos pozos de absorción, pero también se está considerando la implementación de sistemas adicionales de drenaje.
Mientras tanto, las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para que tome precauciones durante la temporada de lluvias. Aunque las soluciones a largo plazo están en marcha, es importante que la población esté preparada para enfrentar los efectos de las inundaciones.
La identificación de los 90 focos rojos en Cancún marca un paso importante en el proceso de mejora de la infraestructura urbana para el manejo de las aguas pluviales. Si bien los esfuerzos para resolver este problema son considerables, todavía queda trabajo por hacer para garantizar que la ciudad esté mejor preparada para las lluvias intensas y los encharcamientos.
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