Este jueves marcó un sombrío récord en la Franja de Gaza, ya que el número de muertos superó los 30 mil en tan solo 146 días de guerra. Este panorama desolador y desconcertante anticipa un futuro incierto y devastador para los palestinos, al tiempo que deja una sociedad israelí traumatizada, polarizada y decidida a mantener la ofensiva bélica.
La avalancha de cifras en esta ofensiva terrestre, que inició el 27 de octubre, se ha vuelto difícil de contextualizar debido a la falta de acceso de la prensa internacional al enclave. Este impedimento para el derecho a la información se agrava con el asesinato de casi un centenar de periodistas palestinos, según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).
El Ejército israelí ha confirmado la muerte de 242 soldados desde el inicio de la ofensiva terrestre, mientras que el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha registrado 30,035 muertos, mayoritariamente mujeres y niños, y 70,457 heridos desde el 7 de octubre. Además, se estima que alrededor de 7,000 cuerpos yacen bajo los escombros.
El 4.3% de la población de Gaza ha muerto o ha sido herido de gravedad
En términos porcentuales, un 4.3% de la población de Gaza ha perdido la vida o ha resultado herida. La población gazatí, con una edad media de 18 años y distribuida en una área de 365 kilómetros cuadrados, se enfrenta a una devastación sin precedentes.
La cuestión de Hamás, el grupo islamista que ha desempeñado un papel central en esta guerra, añade complejidad al conflicto. Nacido en 1987, Hamás ha evolucionado desde sus inicios como opositor a los Acuerdos de Oslo hasta convertirse en un actor que provee servicios básicos como educación, alimentación y sanidad. Aunque considerado terrorista por Occidente, Hamás cuenta con el respaldo de países como Catar, Irán y Turquía.
La figura de Gilad Shalit, el cabo israelí secuestrado por Hamás en 2006 y liberado en 2011, ha influido en la reticencia de Netanyahu a facilitar una tregua prolongada. Netanyahu teme perder el apoyo de ministros ultraderechistas y la posibilidad de que Benny Gantz, actual favorito en las encuestas, retire su respaldo en el gabinete de guerra.
La desconexión y separación entre israelíes y palestinos a lo largo de décadas también contribuye a la profundización del conflicto. La falta de interacción directa, la ocupación y las restricciones de movimiento dificultan la comprensión mutua entre ambas sociedades.
En resumen, la cifra récord de muertos en Gaza refleja una situación desgarradora, mientras que la complejidad del conflicto, la polarización en la sociedad israelí y la desconexión histórica entre ambos pueblos pintan un panorama sombrío y desafiante para la región.
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