A 9 días de dejar la presidencia de Brasil, Jair Bolsonaro, el viernes absolvió las condenas de cárcel impuestas a militares y policías, incluyendo a los responsables de la masacre carcelaria de Carandiru.

La absolución es para todos los agentes del orden que hayan sido condenados por crímenes culposos, o aquellos que hayan sido cometidos por actos realizados por “su deber de actuar” o “en razón de riesgos” enfrentados por las fuerzas de seguridad.
Por lo que dicha acción beneficiará a los 69 agentes que siguen vivos de los 74 condenados por los 111 homicidios de reos cometidos en 1992 en la cárcel de Carandiru, en Sao Paulo.
En juicios realizados en 2013 y 2014 los policías fueron condenados, pero nunca han llegado a ser encarcelados, debido a maniobras judiciales, con las que sus abogados han conseguido dilatar los juicios de apelación en instancias superiores-
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, publicó en sus redes sociales:
Hoy se hizo justicia para los autores de los homicidios en Carandiru, a los que intentaron arrestar por 30 años
Cabe recordar que el 2 de octubre de 1992 inició un motín en el pabellón nueve de Carandiru, el mayor de Brasil con ocupaciones de casi 8 mil internos hacinados y en condiciones insalubres.

El motín fue reprimió el motín con una violencia extrema, disparando a los reclusos aun cuando estaban encerrados sin posibilidad de defenderse o huir.
Según análisis forenses presentados durante el juicio, los 111 muertos recibieron en total 515 balazos, entre ellos 126 en la cabeza, lo que para derechos humanos constituye una prueba de ejecución.
El coronel de policía Ubiratan Guimarães, responsable de la operación fue condenado en 2001 por el uso excesivo de la fuerza, pero tampoco llegó a entrar en prisión y fue absuelto en una apelación en 2006, pocos meses antes de ser asesinado.
Finalnente en 2002 las autoridades clausuraron Carandiru y posteriormente se ordenó su demolición para la creación de un parque.
Fuente: DW
Imagen: El País