El sindicato United Auto Workers (UAW) ha ampliado su huelga en el sector automotriz de Estados Unidos a la planta de ensamblaje de General Motors (GM) en Arlington, Texas. Esta planta es una de las más importantes de GM y emplea a más de 5,000 trabajadores. La huelga se inició el 15 de septiembre y se ha ido expandiendo a varias plantas de GM, Ford y Stellantis en el país.
La decisión de extender la huelga se debe a que los beneficios de GM en el tercer trimestre alcanzaron los 3,305 millones de dólares, lo que representa un récord. El presidente de UAW, Shawn Fain, justificó la ampliación de la huelga al argumentar que a pesar de los considerables beneficios de GM, la empresa se ha negado a aceptar las demandas del sindicato para la firma de un nuevo convenio colectivo.
En un comunicado, Fain declaró: “Otro trimestre récord, otro año récord. Como hemos dicho desde hace meses: los beneficios récord suponen convenios colectivos récord. Ahora les toca a los trabajadores de GM y a toda la clase trabajadora recibir lo que es justo”.
La planta de Arlington produce algunos de los SUV más rentables de GM, como los Chevrolet Tahoe y Suburban, los GMC Yukon y Yukon XL y los Cadillac Escalade y Escalade-V.
La huelga del sector automotriz ya afecta a 46 centros de trabajo de GM, Ford y Stellantis, y ha impactado en aproximadamente 46,000 trabajadores. A pesar de los considerables beneficios de GM en los primeros nueve meses del año, UAW argumenta que la última oferta de la empresa no satisface las demandas de sus afiliados.
En una teleconferencia con analistas y medios de comunicación, la consejera delegada de GM, Mary Barra, sugirió que la oferta presentada a UAW es el máximo que la empresa puede ofrecer sin poner en riesgo su futuro. “Aceptar costos elevados que no son sostenibles pondría en riesgo nuestro futuro, así como los empleos de los trabajadores de GM, y arriesgar nuestro futuro es algo que no haré”, afirmó.
El director financiero de GM, Paul Jacobson, estimó que la huelga le ha costado a la empresa alrededor de 200 millones de dólares en el tercer trimestre y aumentó a 600 millones el impacto en las primeras tres semanas del cuarto trimestre. Jacobson señaló que la huelga le estaba costando a GM 200 millones de dólares a la semana hasta el lunes, por lo que la expansión de la huelga a la planta de Arlington aumentará las pérdidas.
La estrategia de UAW de llevar a cabo una huelga simultánea en los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos es una respuesta a los retrocesos en salarios y derechos de los trabajadores en la industria durante los últimos 15 años, a pesar de las ganancias récord de las compañías. La huelga no tiene precedentes en la historia del sindicato y busca presionar a las automotrices para que atiendan las demandas de los trabajadores.
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