El huracán Otis, que alcanzó la categoría 5 y se intensificó rápidamente en uno de los ciclones más potentes en la historia del Pacífico, tocó tierra en Guerrero, México, pero se debilitó a categoría 1 durante su paso sobre el estado.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que Otis se encontraba sobre tierra a unos 20 kilómetros al sur-sureste de San Miguel Totolapan y 160 kilómetros al nor-noroeste de Acapulco. El huracán registró vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora con rachas de 155 kilómetros por hora.
Debido al avance de Otis, el SMN advirtió sobre lluvias intensas en Guerrero, así como lluvias muy fuertes a puntuales intensas en Michoacán y el Estado de México, y lluvias fuertes en Morelos, Puebla y Oaxaca. Estas lluvias pueden causar deslaves, inundaciones y aumentos en los niveles de ríos y arroyos.
Se pronostican también rachas de viento de 120 a 150 kilómetros por hora, oleajes de 3 a 5 metros de altura y mareas de tormenta en las zonas costeras de Guerrero.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la comunicación en Guerrero se ha perdido por completo y aún no se pueden cuantificar los daños. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, está en la zona evaluando los daños y coordinando la restauración de las líneas de telefonía móvil.
El presidente envió a la zona a varios funcionarios de su gobierno, incluyendo a los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional, de Marina, de Seguridad y Protección Ciudadana, de Comunicaciones y Transportes, y de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Las condiciones climáticas impiden volar a la zona por el momento, y no se ha confirmado la asistencia del presidente. La rápida intensificación de Otis es un fenómeno poco común según los registros meteorológicos.
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