Uno de los huracanes más potentes y devastadores, el huracán Wilma, el día de hoy cumple 17 años de su paso por el Caribe; donde dejó inundaciones y destrucción pero se convirtió en una fuente de aprendizaje.
En solo 3 días, la depresión tropical se convirtió en el huracán Wilma y en 24 horas pasó de tener vientos de 110 km/h a 280 km/h, convirtiéndose en categoría 5.
Las autoridades en aquel tiempo resguardaron en los refugios a toda la población vulnerable, así como a los turistas que se encontraban en la zona norte.
Cuando tocó tierra en Quintana Roo, Wilma era categoría 3 y se estacionó en Cancún por más de 60 horas, dejando destrucción, lluvias y vientos.
Para todos, el aprendizaje que dejó Wilma es positivo, pues reforzó la cultura y la solidaridad en la entidad ante estos fenómenos.
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