Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización civil Alto al Secuestro, falleció este sábado a los 73 años, tras ser sometida a una operación. El ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, confirmó su deceso a través de un mensaje en redes sociales.
“Mi más sentido pésame por el fallecimiento de Isabel Miranda de Wallace, activista y fundadora de Alto al Secuestro; mis condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en paz”, escribió Mancera. La noticia conmocionó a muchos, ya que Miranda de Wallace fue una de las voces más influyentes en la lucha contra el secuestro en México.
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Activismo y lucha por la justicia
Miranda de Wallace se destacó a nivel nacional por su incansable lucha por la justicia tras el secuestro y desaparición de su hijo, Hugo Alberto Wallace Miranda, ocurrido en 2005. Tras el trágico suceso, Isabel no solo enfrentó el dolor personal, sino que emprendió una campaña pública en busca de justicia, exigiendo la captura de los responsables de la desaparición de su hijo. Su esfuerzo personal y determinación fueron fundamentales para que varios presuntos culpables fueran detenidos.
En su búsqueda, la activista realizó investigaciones paralelas a las oficiales, lo que la llevó a descubrir pruebas clave que ayudaron a desmantelar varias redes de secuestradores. Su trabajo no solo fue reconocido en el ámbito legal, sino que inspiró a otras víctimas a seguir su ejemplo y buscar justicia por su cuenta.

Fundación de Alto al Secuestro
En 2006, un año después de la desaparición de su hijo, Isabel Miranda fundó la organización civil “Alto al Secuestro”, con el objetivo de prevenir, denunciar y luchar contra este delito en el país. La organización se dedicó a proporcionar apoyo legal y emocional a las víctimas de secuestro, al mismo tiempo que trabajaba para sensibilizar a la sociedad y a las autoridades sobre la gravedad de este crimen.
Bajo su liderazgo, Alto al Secuestro se convirtió en una plataforma nacional para promover reformas en las leyes y políticas de seguridad, con la finalidad de combatir el creciente número de secuestros en México. Su labor fue fundamental para que el secuestro fuera reconocido como un problema de seguridad nacional, y su trabajo contribuyó a que se implementaran medidas más estrictas para combatirlo.
Reconocimientos y legado
El activismo de Isabel Miranda de Wallace le valió varios reconocimientos, entre los que destaca el Premio Nacional de los Derechos Humanos en 2010. Este galardón se otorgó en reconocimiento a su incansable lucha por la justicia, el apoyo a las víctimas de secuestro y su contribución al fortalecimiento de los derechos humanos en México. La activista también fue reconocida por su valentía al enfrentarse a la adversidad personal y su capacidad para canalizar su dolor en acciones concretas que beneficiaron a muchas personas.
Su legado perdura a través de la organización que fundó, la cual sigue operando en la actualidad, y de su influencia en el panorama de la seguridad en México. La activista también dejó un impacto en el ámbito social y político del país, donde su historia inspiró a muchas personas a no rendirse en la lucha por justicia.
Una figura de lucha y valentía
Miranda de Wallace dedicó más de una década de su vida a enfrentar las consecuencias de un crimen que marcó a su familia, pero a través de su trabajo, logró transformar su dolor en un motor para el cambio social. Su partida deja un vacío en la lucha contra el secuestro, pero también deja un legado de determinación y justicia que seguirá vivo en las generaciones futuras.
Fuentes: Infobae
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