La empresaria Elizabeth Holmes, fundadora de la start-up de análisis de sangre Theranos, ha ingresado en prisión después de meses de juicio y seis años desde que se presentó la demanda inicial.
Holmes, de 39 años, se entregó en el penal federal Bryan, un centro penitenciario de mínima seguridad para mujeres, donde cumplirá una condena de 11 años y tres meses.
En 2022, Holmes fue declarada culpable de cuatro cargos de fraude electrónico y conspiración. Durante años, afirmó falsamente que los análisis de sangre de su compañía podrían detectar diversas enfermedades y dolencias con solo unas gotas de sangre.
Estas afirmaciones engañosas llevaron a Theranos, dirigida por Holmes y su socio Ramesh Balwani, a recaudar casi 1.000 millones de dólares de una larga lista de inversionistas, incluyendo a prominentes figuras como Larry Ellison, cofundador de Oracle, y Rupert Murdoch, magnate de los medios.
Ahora, Holmes y Balwani deberán indemnizar conjuntamente a los inversionistas con una suma de 452 millones de dólares.
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La fundación de Theranos en 2003 por parte de Holmes, quien abandonó sus estudios en la Universidad de Stanford a los 19 años, generó grandes expectativas y la empresa se volvió millonaria en poco tiempo.
Sin embargo, la tecnología desarrollada por Theranos resultó ser demasiado ambiciosa y nunca funcionó como se prometía. Incluso, las pruebas proporcionaban resultados poco confiables que podían poner en peligro la salud de los pacientes.
En 2018, la compañía quebró y tanto Holmes como Balwani fueron acusados y juzgados por separado.
Balwani fue declarado culpable de 12 cargos de fraude y enfrenta una condena de casi 13 años en una prisión federal en San Pedro, California.
Por su parte, Holmes cumplirá su condena en el penal de Bryan, en Texas, ubicado a poca distancia de la residencia de sus dos hijos.
Aunque ambos han apelado sus sentencias y han solicitado su libertad provisional, hasta el momento no han obtenido una respuesta favorable de la justicia.
Holmes ha ingresado a su nueva residencia, donde deberá vestir camisas verdes, grises o blancas y calzado deportivo económico, a diferencia de su imagen anterior caracterizada por su estilo similar al de Steve Jobs.
Durante su estancia en prisión, Holmes no tendrá acceso a Internet y solo podrá comunicarse con el exterior a través de una radio o un reproductor de MP3, que podrá adquirir en la prisión por un precio de 31,75 y 88,40 dólares respectivamente.
Además, deberá seguir las restricciones del manual penitenciario, que establece que toda la música descargada debe ser “no explícita”.
Aunque Holmes es madre de dos niños pequeños, William e Invicta, solo se le permitirán videollamadas de 15 minutos, con un total de 300 minutos al mes, y podrán visitarla los fines de semana y días festivos federales.
En el penal de Bryan, las reclusas están obligadas a trabajar en la cafetería o en una fábrica, recibiendo un salario cercano a 1,15 dólares por hora.
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