En Quintana Roo, los casos de extorsion están en aumento, pero solo el 30% de estos incidentes reciben sentencia judicial.
A pesar de la gravedad del delito, se observa una baja proporción de condenas en comparación con el número de denuncias presentadas.

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Incremento en las extorsiones
Según los datos más recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), de enero a mayo de 2023 se reportaron 33 casos de extorsión en Quintana Roo, mientras que en 2022 se denunciaron 25.
Estas cifras reflejan un aumento preocupante de este delito en la región.

Baja tasa de sentencias
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informa que, durante el año pasado, se procesaron a 73 hombres y 32 mujeres por el delito de extorsión en Quintana Roo.
Sin embargo, solo siete hombres y cuatro mujeres recibieron una sentencia en relación a estos casos.
Esta baja tasa de sentencias refleja una problemática en el sistema judicial para llevar a cabo los procesos correspondientes y sancionar a los responsables.

Complicaciones en la acreditación de los delitos
Miguel Garza Flores, director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), explica que los operativos policiales para acreditar la flagrancia en casos de extorsión pueden resultar complicados.
En ocasiones, a pesar de realizar una detención y llevar a cabo un operativo, la autorización para hacerlo puede no estar presente.
Esto dificulta la vinculación de la persona detenida por el delito de extorsión y puede llevar a que los fiscales desestimen el caso.

Baja tasa de denuncias
Se estima que solo uno de cada 20 o 25 casos de extorsión son denunciados en Quintana Roo. Las víctimas de este delito suelen sentir temor y son intimidadas, lo que les impide denunciar con frecuencia.
Además, las extorsiones telefónicas generan un mayor temor en la población, mientras que los casos de “derecho de piso” suelen ser denunciados con menor frecuencia.

Dificultades para la comprobación del delito
Yesika de la Cerda, abogada y perito, señala que las extorsiones son difíciles de comprobar debido a diversos factores.
En primer lugar, las víctimas suelen estar intimidadas y ceden a las exigencias de los delincuentes.
Además, los extorsionadores pueden obtener una gran cantidad de números telefónicos de manera indefinida, lo que dificulta que la policía los identifique y acredite que pertenecen a los criminales.

Consecuencias legales
Según el artículo 156 del Código Penal de Quintana Roo, aquellos culpables de extorsionar a otra persona mediante intimidación o violencia moral, con el propósito de obtener beneficios económicos perjudicando su patrimonio o el de un tercero, pueden enfrentar penas de 12 a 20 años de prisión.
En resumen, en Quintana Roo se ha registrado un aumento preocupante en los casos de extorsión.

Sin embargo, la proporción de sentencias judiciales es baja, lo que refleja dificultades en el sistema judicial para llevar a cabo los procesos correspondientes y sancionar a los responsables.
La baja tasa de denuncias y las dificultades para acreditar el delito son factores que contribuyen a esta problemática.
Fuente: Novedades Quintana Roo
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