México.- La flor de cempasúchil es un símbolo de la cultura mexicana que refleja el inicio de las festividades de Día de Muertos; su color y aroma hace que sea uno de los elementos más representativos de las ofrendas.
Miles de flores de cempasúchil llegaron a los mercados de Tláhuac y Xochimilco. Los pasillos del Palacio de la Flor se visten de colores y aroma, en forma de pequeños tapetes de cempasúchil que dejaron los invernaderos para llenar de vida las ofrendas.
Sin reclamo por el incremento de dos pesos, la mañana del pasado jueves 13 de octubre, una gran cantidad de visitantes llegaron al Palacio de la Flor, ubicado a un costado del Deportivo Xochimilco.
“Preparamos unas 30 mil flores para vender este año, los costos aumentaron dos pesos nada más, sobre todo por el fertilizante que está muy caro. ¿Los tamaños y los costos? Solo tenemos dos presentaciones: la mediana de 15 pesos y la grande de 20 pesos”, dijo Moisés, productor de cempasúchil.
“El año pasado vendimos unas 20 mil flores de cempasúchil, para nosotros fue algo histórico y nos preguntábamos porque, hasta que nos dimos cuenta que mucha gente aún estaba encerrada por temor a contagiarse y también lamentablemente muchos fallecieron, por eso se vendió mucho más ¿cuántas flores tienen contemplado vender esta temporada? Unas 30 mil o más”, comentó Arturo, otro productor
El nombre del cempasúchil proviene proviene del náhuatl cempohualxochitl, que significa veinte y xochitl que significa flor, por lo que su nombre se traduciría como flor de 20 pétalos aunque también es conocida como flor del muerto, cempoal, flor de difunto o flor de niño.
Para los pobladores del México antiguo, el cempasúchil representaba el sol, por eso la utilizaban para crear senderos y guiar a sus seres queridos a los altares.
Además, como parte de su significado, esta flor es considerada como un símbolo de la vida y la muerte, pues se cree que su olor guía a los muertos hasta el banquete que los espera en la ofrenda de Día de Muertos .
Historia de cempasúchil
Alrededor de esta mítica flor existe una antigua leyenda sobre dos jóvenes, Xóchitl y Huitzilin. Todas las tardes, la joven pareja subía a una montaña a llevarle flores a Tonatiuh, el dios del sol.
Ante este dios, Xóchitl y Huitzilin juraron amarse para siempre. Sin embargo, tiempo después, la guerra separó a la pareja. Cuando ella se enteró que su amado había muerto durante los enfrentamientos le pidió al dios que la reuniera con él.
La historia cuenta que Tonatiuh dejó que sus rayos cayeran sobre Xóchitl y en ese momento su piel se iluminó y se transformó en una flor de color amarillo intenso, como la luz del mismo sol.
Minutos después, un colibrí se posó en el centro de la flor, la cual se abrió en 20 pétalos. Según la leyenda, el ave era la reencarnación de Huitzilin.
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