Jeffrey Dahmer, asesino en serie fue detenido y acusado del homicidio de 17 hombres con los que practicaba necrofilia y canibalismo.
El asesino en serie Jeffrey Dahmer (Milwaukee, 1960 – Portage, 1994) causó un impacto tan grande en la opinión pública estadounidense, por lo atroces que resultaron sus crímenes.
Dahmer (Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer), la serie creada por Ryan Murphy para Netflix que no se apea del listado de contenidos destacados en la plataforma pasado un mes desde su estreno en septiembre, la ficción ya se había fijado en él.
En 1993 se estrenó la primera película sobre su vida, The Secret Life: Jeffrey Dahmer, se emitió en televisión un documental sobre su juicio y el propio canibal fue entrevistado en el programa Inside Edition de la cadena estadounidense CBS.
En 1995, un año después de morir en la cárcel a manos de un preso, el thriller Copycat lo encumbró como uno de los grandes monstruos del siglo XX en EE UU.
Factores que influyen en este tipo de personajes
“Hay varios factores que influyen en la fascinación que este asesino en serie tienen sobre el público”, explica Luis Borrás Roca, psiquiatra especialista en Medicina Legal y Forense y autor del libro Asesinos en serie españoles(J. M. Bosch, 2002).
“El motivo principal es el miedo a la muerte, la idea de que nosotros mismos podemos ser una víctima de alguien parecido. Nos sentimos identificados con sus víctimas y eso nos lleva a intentar comprender los motivos de su agresor”.
El especialista señala, además, que el caso de Dahmer es especialmente poco común: asesino en serie sádico, fetichista, necrofílico y caníbal, y se trata además de un caso muy cercano en el tiempo. “Jack el Destripador, por ejemplo, era alguien de un sadismo parecido, pero lo vemos hoy como alguien ya lejano en el tiempo”.
En medios estadounidenses se alerta estos días de lo inadecuado que resulta disfrazarse de Jeffrey Dahmer en Halloween. “No es el disfraz de asesino que deberías ponerte este Halloween”, exhorta una pieza del New York Post. Usuarios de Instagram que posaron disfrazados de Dahmer en diferentes fiestas de Halloween que ya se celebran en Estados Unidos han borrado sus fotos tras la lluvia de críticas. Otras, como una influencer estadounidense, se han quejado de que la plataforma se las borró, previsiblemente tras varias denuncias de otros usuarios.
Retiran disfraces de Dahmer
Algunas grandes corporaciones están controlando los daños. eBay, por ejemplo, ha empezado a retirar piezas de ropa o complementos que se venden como “disfraz de Jeffrey Dahmer”, en cumplimiento de la política de la empresa (”No están permitidos los anuncios que promuevan, perpetúen o enaltezcan el odio, la violencia o la discriminación”, informa la compañía en su apartado legal sobre lo que considera material ofensivo).
Sin embargo, no hay que olvidar que Dahmer parecía (como tantos otros criminales) un tipo normal: es imposible detener la venta de camisas, pantalones o gafas que recuerden a él. Es sencillísimo encontrar “gafas de Jeffrey Dahmer” en internet: aunque no se permita venderlas como tal, la referencia está presente en críticas y comentarios del producto y conduce a cualquier buscador hasta él.
También ha sido noticia el hecho de que las gafas de Jeffrey Dahmer están en subasta por 150.000 dólares. En realidad no es así: las gafas son actualmente propiedad del coleccionista de crónica negra Taylor James. En su web, Cult Collectibles, hay un apartado entero dedicado a Dahmer con varios objetos ya vendidos, como su informe psiquiátrico, las cartas que recibía en prisión, el disquete donde constan los documentos del juicio o su Biblia, valorada en 6.000 dólares.
Los peligros del éxito de la serie sobre Jeffrey Dahmer
Plataformas como eBay ya han prohibido la venta de disfraces de Jeffrey Dahmer para Halloween, mientras las familias de las víctimas ven como su duelo se mezcla con la humillación.
No es la primera vez que Dahmer se cuela en la cultura popular más inofensiva. En la canción de Katy Perry Dark Horse (2013), el rapero Juicy J. incluye los siguientes versos sobre una mujer: “Es una bestia / Yo la llamo Karma / Se comerá tu corazón como Jeffrey Dahmer”.
Otra cantante aparentemente inofensiva y presta para la radiofórmula, Kesha, incluyó una referencia a Dahmer en su canción Cannibal (2010).
Pese al hincapié que Ryan Murphy y el cocreador Ian Brennan han puesto en no glorificar al asesino y honrar a las víctimas, pese a la forma en que la serie deja claro que un sistema policial endémicamente racista y homófobo ignoró continamente las señales que podrían haber llevado a detener mucho antes al criminal, Dahmer ha tomado una vida propia en manos de los espectadores que la convierte en problemática: donde debería suscitarse conciencia y reflexión parece haber solo fascinación, un Dahmer revalorizado como icono de los horrores.
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