Es “escandaloso” que en el Estado de México, donde este 4 de junio se renovará la gubernatura, entre 2011 y 2013 casi 850 mujeres fueron asesinadas. Y resulta más “escalofriante” que en el período comprendido entre 2013 y 2015, cerca de dos mil mujeres fueron ultimadas y mil 500 desaparecieron, la mayoría eran adolescentes, de entre 15 y 18 años de edad, denunció la Arquidiócesis de la Ciudad de México.
En el editorial del semanario Desde la fe, bajo el título Feminicios, crimen impune, criticó que estas cifras “no importan a las autoridades, pues las muertas y desaparecidas no votan“.
En el texto se señala que “México padece un mal que crece de forma alarmante, invisible, y que impacta directamente contra la célula fundamental de la familia. Cada día, las noticias parecen multiplicarse y se aprecia la incapacidad de las autoridades para responder de forma contundente. Se trata de la violencia contra las mujeres, que se ha elevado drásticamente”.
Añade que ser mujer en México “es sinónimo de desigualdad”, y que pese a que se han fomentado políticas públicas de defensa de sus derechos, “todavía encontramos situaciones que nos deberían avergonzar como sociedad”.
Desde la fe destaca que en 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer el Diagnóstico de la violencia contra la mujeres a partir de las leyes federales y de las entidades federativas, en el que se denuncia que “la violencia contra las mujeres, ejercida en sus distintos tipos y modalidades, encuentra su origen en la discriminación por razones de género, como una condición sociocultural persistente en las sociedades”.
El órgano católico hace referencia a cifras del Observatorio Nacional de Feminicidios: seis mujeres pierden la vida diariamente en México bajo circunstancias violentas; entre 2012 y 2013 fueron asesinadas casi cuatro mil de ellas.
El editorial subraya que en en siete estados del país se ha declarado la alerta por violencia de género, y en otras 14 entidades se realiza el procedimiento de solicitud, “pero esto no es suficiente”.
Incluso, hace referencia al caso de Morelos “donde, por cierto, todos los poderes se han confabulado para atacar y perseguir al Obispo por tener el valor de denunciar la violencia y la corrupción que hoy por hoy son ya insoportables”, estado donde este drama crece.
No obstante que desde el 10 de agosto de 2015 se estableció la alerta, “las medidas tomadas son francamente inútiles: cada cinco días, una mujer es asesinada“.
El documento concluye que “los crímenes contra mujeres son el diagnóstico del lamentable estado de la procuración de justicia y del respeto a los derechos humanos, son nuestro fracaso como sociedad”. (Fuente: Aristegui Noticias)