El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, sorprendió a la Asamblea General al anunciar que no presentará su dimisión como presidente, a pesar de haber comunicado previamente su intención de hacerlo. Rubiales denunció que se siente víctima de un “asesinato social” y anunció que se defenderá en los tribunales de las múltiples denuncias y querellas en su contra.
Durante su intervención, Luis Rubiales pidió disculpas “sin paliativos” por lo sucedido después de la final del Mundial femenino y explicó que el beso dado a la jugadora Jenni Hermoso fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. Rubiales afirmó que la relación con todas las jugadoras era de cariño y camaradería, y relató la secuencia del gesto en cuestión.
El presidente de la RFEF también explicó el gesto realizado en el palco, donde se agarró los genitales, y aseguró que fue una reacción impulsiva de emoción ante la victoria del equipo. Aclaró que fue dirigido al seleccionador Jorge Vilda y pidió disculpas a todas las personas que se hayan sentido ofendidas por ese gesto.
Rubiales expresó que está siendo atacado de manera injusta y que se le está juzgando de forma pública antes de cualquier proceso legal. Anunció que tomará acciones legales para defender su nombre y su integridad.
Finalmente, Rubiales instó a la reflexión sobre hacia dónde se dirige el país y aseguró que hay una campaña en su contra orquestada por ciertos intereses.
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