La compra de 13 plantas de Iberdrola que anunció el gobierno de México activó comentarios a favor y críticas.
Estas últimas recuerdan que en el pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó contra esa empresa española por su papel en el sector eléctrico del país. En contraste, voces que respaldan al mandatario coincidieron en la narrativa de que con esta operación, si se concretan los permisos de regulación correspondientes, se avanza en la “soberanía” y la “autosuficiencia energética”.
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Lo anterior, ya que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasa de “39.6% a 55.5% en la generación de toda la energía del país”, según calculó el gobierno federal.
El acuerdo que se anunció es para que Iberdrola venda 13 de sus plantas de generación eléctrica en México y las opere la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Es decir, que la CFE se encargue de su funcionamiento, beneficios económicos y generación de electricidad.
En el informe de Iberdrola a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España se señala que el acuerdo de intenciones es para que un fideicomiso privado gestionado por el administrador de fondos de inversión Mexico Infrastructure Partners (MIP) sea el que haga la adquisición.
Con información de Animal Político.