Cancún.- El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra dijo que es la ciudadanía la que decidirá si aplicará la Ley, o si habrá o no justicia en contra de ex funcionarios y políticos corruptos.
Aunque dejó en claro que la justicia no es negociable; y si bien indicó que la sociedad podría otorgarles a los responsables de malos gobiernos misericordia, no aceptará que prevalezca más la impunidad.
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“La justicia no es negociable. Si no hay justicia, mandamos un mensaje negativo, sobre todo a las víctimas, de que no va a pasar nada. Y entonces gobiernos van, y gobiernos vienen, y no se hace justicia. Yo pienso que la justicia sí se va a hacer, cuando haya un gobierno del cambio”.
Aseguró que en México “todos hemos participado de la corrupción, y el que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”; tras recordar que el sistema capitalista desde la década de los 40 del siglo pasado corrompió a la clase política, y estos a su vez a la sociedad.
Advirtió que “de quitar a todos los corruptos en México para hacer un nuevo gobierno, nadie va a quedar. De verdad”. Por lo que consideró que hay que construir un nuevo México con lo que hay; por lo que de llegar un nuevo gobierno, serán bienvenidos priistas, panistas, de todos los colores.
Invitado por la senadora independiente Luz María Beristain Navarrete, para bendecir y conocer un nuevo refugio para los migrantes en Cancún, tanto para nacionales como extranjeros, Alejandro Solalinde advirtió que la Ley de Seguridad Interior servirá para reprimir a los mexicanos, como ya sucede en Honduras, al ser un ejemplo de lo que pasará en México, para mantener un fraude electoral después del primero de Julio.
Afirmó que la Ley de Seguridad Interior fue una iniciativa del PRI, específicamente de César Camacho Quiroz, líder de la bancada en la Cámara de Diputados, pues el Gobierno de Enrique Peña Nieto no cuenta con la aprobación de la gente.
Anticipó que dicha Ley será una prueba de fuego para los ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues en caso de no echarla para atrás y sólo hacerle unos cuantos cambios para dejarla como está “demostrará que no hay división de poderes en México, y que vivimos un presidencialismo que no es más que una dictadura disfrazada de democracia”. Pero de no cambiar nada, será “ahora una dictadura militarizada, con una fechada legaloide de democracia”.
En cuanto a los migrantes centroamericanos en busca del “sueño americano”, el sacerdote católico desmitificó que no es verdad lo que se quiere hacer creer de Estados Unidos, pues ni es una gran nación ni tampoco hay democracia, sólo respeto a las leyes, pero en contra de los derechos de las personas que migran.
Por lo que recomendó a los jóvenes no voltear hacia el Norte de México, y sí ver hacia el Sur de sus fronteras y abrazar otra vez nuestras raíces.
Pero lamentó que a los jóvenes se les ha olvidado, pues el PRI los ha reprimido desde 1968; aunque aseguró que nunca habían muerto tantos, como en el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Por ello, afirmó, sólo se podrá reducir la violencia un poco y la criminalización hacia la sociedad; por lo que deberían entrar al quite todas las instituciones para educar a jóvenes y niños, al haber grandes vacíos existenciales y afectivos. Redacción