El Mundial de 2026 se llevará a cabo dentro de cuatro años en ciudades de Canadá, Estados Unidos y México, será la más grande en la historia de la FIFA y la primera con un código de derechos humanos que se debe cumplir. Aunque parece que falta mucho, se atraviesan procesos electorales y cambios de administraciones que podrían obstaculizar o revertir los avances.
Dos sectores que serán “punta de lanza en la generación de empleo, antes y durante el mundial” en México son la construcción y la prestación de servicios en hotelería, restaurantes, aeropuertos y transporte, dice Hugo Mendoza, director del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal).
Las muertes de trabajadores y trabajadoras en Qatar son también una señal de alerta para la siguiente Copa, dice Evy Peña, directora de Campañas del Centro de Derechos del Migrante (CDM). “Norteamérica y Qatar no son lo mismo, pero los paralelos son innegables: tenemos un esquema de migración laboral igual, una preocupante violencia de género, restricciones para la prensa y discriminación contra la población LGBTIQ+”.
También en deportes: Pelé, un grande brasileño, con problemas de salud.