La mañana de este lunes, un acto de violencia sacudió las calles de Chilpancingo, Guerrero, cuando presuntos normalistas de Ayotzinapa lanzaron bombas molotov y petardos al Palacio de Gobierno del estado.
El incidente ocurrió alrededor de las 8:30 a.m., cuando un grupo de encapuchados llegó en cinco autobuses al Palacio de Gobierno y comenzó a lanzar petardos, piedras y bombas molotov. La situación se tornó aún más peligrosa cuando algunos vehículos estacionados en la zona fueron incendiados por las explosiones.
Tras el ataque, los presuntos normalistas se retiraron del lugar, dejando a su paso daños materiales y una situación de caos. La rápida intervención de los servicios de emergencia permitió controlar el fuego que consumió al menos diez automóviles, así como parte del edificio Montaña del Palacio de Gobierno.
Asesinato de inocente continua la furia de los normalistas
Este violento episodio se produce justo un mes después del asesinato del miembro de los normalistas Yanqui Kothán Gómez a manos de policías de Guerrero. El estudiante fue víctima de la violencia policial en un retén en Chilpancingo, lo que ha generado una creciente indignación y manifestaciones en la región.
Las protestas se han intensificado debido a la percepción de falta de avances en el caso de los 43 jóvenes de Ayotzinapa que desaparecieron en septiembre de 2014. La comunidad exige respuestas y justicia, mientras que la violencia y la tensión continúan en la zona.
Las autoridades locales y federales han condenado el ataque y han prometido investigar y llevar ante la justicia a los responsables. Sin embargo, la situación refleja la complejidad y la gravedad de los desafíos que enfrenta Guerrero en materia de seguridad y derechos humanos.
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