La profecía de Nostradamus resuena en el Vaticano
El fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años no solo marca el inicio de un nuevo periodo para la Iglesia Católica, sino que también ha reavivado una antigua y perturbadora profecía: la del llamado “Papa Negro” y el fin del mundo.
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Diversas interpretaciones atribuidas a Nostradamus afirman que tras un “Papa extranjero” —vinculado a Benedicto XVI— y un “Papa viejo” —Francisco—, llegaría un pontífice “oscuro”, cuya llegada precedería el Juicio Final.
Esta teoría ha cobrado fuerza ante la posibilidad de que uno de los candidatos al papado sea un cardenal africano.

Crecen expectativas ante posible liderazgo africano en el Vaticano
Actualmente, los nombres que más suenan para suceder a Francisco son el cardenal Peter Turkson, de Ghana, de 76 años, y el cardenal Robert Sarah, de Guinea, de 79. Ambos tienen una larga trayectoria dentro del Vaticano y cuentan con reconocimiento internacional. De ser elegido alguno de ellos, sería la primera vez que un papa africano encabece la Iglesia Católica moderna.
Este escenario ha alimentado las especulaciones sobre si estamos a las puertas del cumplimiento de una profecía milenaria, especialmente en sectores donde las visiones de Nostradamus y otros profetas antiguos siguen teniendo peso simbólico y religioso.
San Malaquías y el “último Papa”
Otra figura vinculada a estas predicciones es San Malaquías, un arzobispo irlandés del siglo XII que elaboró una lista de papas futuros basada en frases simbólicas.
Según su manuscrito, el pontífice que suceda a Francisco sería el último antes del juicio de Dios.
En esa línea, muchos señalan también una peculiar coincidencia:
En la Basílica de San Pablo en Roma, hay una galería de retratos de los papas. Tras el retrato de Francisco, solo queda espacio para uno más. Esto ha sido interpretado por algunos como una señal visual de que la profecía estaría por cumplirse.

¿Simples coincidencias o señales?
Aunque estas profecías carecen de reconocimiento oficial por parte de la Iglesia, no han dejado de generar debate. Algunos creyentes y estudiosos señalan las coincidencias con asombro, mientras otros piden cautela y objetividad ante interpretaciones que podrían resultar alarmistas.
El papa Francisco también fue motivo de interpretaciones proféticas. Desde su elección en 2013, adoptó una serie de actitudes distintas a las tradicionales: firmaba documentos en italiano en lugar de latín y se autodefinía como “Obispo de Roma” en vez de usar el título de “Papa”.
Estas decisiones fueron vistas por algunos sectores como señales de una transformación profunda en la Iglesia.
El peso simbólico de un Papa africano
El término “Papa Negro” se ha usado históricamente para referirse también al Superior General de los jesuitas, pero en este contexto se refiere más al origen étnico o continental del nuevo pontífice.
La elección de un cardenal africano tendría una gran carga simbólica en un mundo cada vez más globalizado y diverso.
No obstante, es importante recordar que no todos los cardenales africanos comparten la misma apariencia ni las mismas posturas teológicas o políticas, y reducir su candidatura a una cuestión de profecías puede desviar el foco de lo que realmente representa su posible elección.

¿Estamos viviendo los últimos tiempos?
Las redes sociales y medios alternativos han revivido con fuerza la pregunta: ¿es esta la señal definitiva del fin de los tiempos? Aunque no hay respuestas concluyentes, el interés por estas teorías ha aumentado ante el inminente anuncio del nuevo papa.
Por ahora, el mundo católico permanece en expectativa. Las coincidencias, las profecías y los símbolos se mezclan con la incertidumbre natural que rodea cada elección papal. Lo cierto es que, creamos o no en las predicciones de Nostradamus, el momento histórico no pasa desapercibido.